La capital de Bélgica vivió escenas de violencia callejera luego de que un hombre negro muriese mientras permanecía detenido en un cuartel de Policía. Las manifestaciones contra la violencia policial pasaron a enfrentamientos con los agentes del orden luego de que un grupo prendiera fuego a la comisaría y lanzara piedras a los uniformados.
Un joven de 23 años, llamado Ibrahima, murió el pasado 9 de enero mientras se encontraba bajo custodia policial en Bruselas. Su familia fue informada de la muerte solo seis horas después.
Al conocerse la noticia, cientos de personas salieron a las calles de la capital belga con carteles de Black Lives Matter para exigirle a las autoridades explicaciones sobre el incidente. La protesta pacífica fue organizada por la AJGB (Association des Jeunes Guineens de Belgique). El descontento no pudo mantenerse en los márgenes de la ley y se vivieron breves, pero violentos estallidos de disturbios.
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