Vamos a compartir, antes de arrancar con el programa de hoy, una pequeña reflexión.
En el día de ayer haciendo zapping en la radio, cambiando de emisora, encontré a una cantante juvenil, lamentablemente no fijé su nombre.
Una Compañera, así se define ella Compañera peronista, Compañera kirchnerista de 30 años, hacía una disquisición, que me pareció muy oportuna en estos momentos de convocatoria a la épica, cuando todo parece que nos pone entre la espada y la pared, que otra vez la opción es a todo o nada.
A veces las tentaciones facilistas, tienden a buscar soluciones mediante la violencia.
Escuchar la reflexión de esta mujer de 30 años, toda su vida en democracia para mí fue no solamente revelador, si no fue como poner pie a tierra, un tomar conciencia, lo que decía esta Mujer era que su generación y ella hablaba en general por haberlo conversado con otrxs compañerxs y por los contactos que tiene normalmente, no estaban dispuestxs a hacer política con los fierros, o sea, ella, decía que no, no lo concebía. No existe ni en el imaginario, no existe como posibilidad de que un grupo de jóvenes empiecen a entrenarse para la lucha militar. Aunque no descarta que del lado “amarillo”, sí se lo propongan, hacia mención a las consignas que propaga Bullrich, Milei y cia.
Ellxs son la generación que nació plenamente en democracia, que hizo una vida en democracia. De este lado de la grieta es inconcebible la salida violenta, los que ya tenemos décadas acumuladas, por más que muchos se ofendan, sabemos que las opciones militaristas, terminan fracasando como herramienta política para conquistar el Poder y producir cambios en la sociedad.
Termina también fracasando, como opción hacia adentro de las propias organizaciones.
No vamos a abundar en ejemplos históricos que hoy día realmente, no resultan pertinentes, pero sabemos que cuando la opción es la política mediante las armas, mediante la acción directa se termina formando una cúpula, una conducción, un grupo que es el que detenta la totalidad del poder y la tentación primaria, por lo que he visto y lo que he escuchado es terminar con el discernimiento del pensamiento crítico.
En el momento en que estamos a todo nada, no hay posibilidad de disentir porque estamos “a todo nada” y cuando estamos a todo nada y un grupo dice yo sé por dónde hay que ir, ¡hay que ir por acá! y lo dice con la punta del cañón apuntando, bueno es muy difícil expresar opiniones en contrario, conclusión hasta los mejores proyectos terminan naufragando.
Redundante resulta hablar, de que estamos viviendo una humanidad, que a grandes rasgos se ha dividido, en dos proyectos dos mundos, de un lado el mundo de los poderosos los que transgreden las leyes, los que las modifican porque tienen el poder para hacerlo, los que detentan el poder comunicacional, judicial, económico, simbólico, cultural, apoyado por las fuerzas policiales, por jueces venales, algunos jueces venales, que apoyan sus medidas y eso sí o sí nos está llevando a una frontera y es una frontera donde de un lado, quedamos los que queremos rescatar el mérito humano.
Porque supimos conocerlo, porque supimos comprenderlo, porque supimos valorizarlo como una herramienta de convivencia, entre diferentes, entre distintos, la conciencia de que formamos parte de un todo que es inescindible.
Apostamos a los valores humanos, aunque esto parezca una frase de Perogrullo, en esa frase de Perogrullo aparente, se esconde la sensibilidad hacia el otro, la empatía, que no nos dé igual la violencia contra los vulnerables, las vulnerables, que no nos dé igual que la gente sea un objeto que obstaculiza el tránsito cotidiano, porque vive tirado en la calle. Porque no nos da igual y nos duele muy profundamente que el único alimento, sea el que se rescata de la basura, que alguien tiró y así vivimos y así estamos y de aquella idea de la revolución socialista, humanista, comunista, peronista.
En la que buscábamos la felicidad para todos, en que la distribución de la riqueza para ponerle un nombre, se hiciera mediante la dignidad del trabajo, donde la única concepción de la organización comunitaria, era que cada uno eligiera que comer en su propia mesa, rodeados rodeado de quien elija, hoy no es así.
Podríamos preguntar ¿Dónde quedó la utopía? hoy la utopía se pinta de centro derecha.
Un llamado de atención. El tema de Rosario Santa Fe, más allá de la narco criminalidad, del crimen organizado, del menudeo, del crimen desesperado, social, del todos contra todos, de la inseminación de armas y balas, para ser usadas de cualquier manera, por cualquiera. Existen en ese Rosario una de las columnas vertebrales de la Fundación Libertad.
Recuerdo allá en el 2008 cuando los que se dicen dueños de la tierra, dueños del campo, la emprendían contra el kirchnerismo, contra Cristina Fernández de Kirchner, contra la política.
En esa ocasión se hizo una movilización de casi 300.000 personas en el Monumento a la Bandera, justamente al unísono y convocada desde la Fundación Libertad, que en ese momento había reunido en Rosario a lo más granado de la ultraderecha totalitaria y supremacista. No solamente de América Latina, también de América del Norte y también de las zonas transatlánticas el representante de la Alianza Transatlántica, de la derecha como el mismo se definió era José María Aznar, expresidente español.
No es común que nos pase desapercibido, que en estos momentos de máxima violencia en Rosario, de intento de vuelta de las dictaduras y de aquellos que reivindican los crímenes de la dictadura, haya sucedido el Congreso de la Fundación Libertad en Rosario, comandada, ¿por quién? por Mauricio Macri, en ese contexto interrumpió la marcha por el 24 de marzo, en conmemoración del golpe de Estado fatídico, el golpe de Estado de 1976. Irrumpe, la marcha una tanqueta de la Policía Federal Argentina, despliega agentes armados. Hay un buen artículo de La Retaguardia resaltando este hecho bochornoso, violento en el cual queda de una vez más demostrado que Aníbal Fernández, lo único que puede manejar puede ser el botón del ascensor o darle órdenes a su chofer para que lo lleve hasta su casa. Perdón por la chicana, pero queda claro que o asumimos la Seguridad con el contenido de nuestras convicciones o quedaremos por siempre en manos de quienes la usan con fines espurios y represivos.
AFSCH
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