Las Policias, última batalla por la Democracia

Las policías, última batalla por la Democracia.

Siempre se supo, la batalla final de la Democracia se pone a prueba con las policías, son las fuerzas garroteras, que dan satisfacción a las dirigencias estatales, para controlar a los Pueblos. 

El costo es alto, permitirles desarrollar sus "actividades" marginales, para ello se pone en marcha todo el plexo de encubrimientos legales bajo la excusa; de hacer "inteligencia", promocionar el delito, operaciones de tráfico "controladas", etc. etc. Eufemismos, que esconden la incapacidad de poner en caja a los dueños de la calle??? (ya no lo son), a cambio de silencios cómplices de los funcionarios estatales que usan y abusan de sus privilegios.

Por otra parte, los servicios de inteligencia de la Nación, siempre se usan para dirimir internas y chismes de palacio, esa es otra caja negra de fondos irrestrictos que financian a cambio de un porcentaje, todos los caprichos de los gobernantes de turno, es más importante saber con quién se acuesta, que prevenir riesgos ciertos.

El argumento del "debe ser", es otra muestra de debilidad: el Pueblo debe hacer..., la Policía debe ser..., la oposición debe hacer..., se debe pensar..., por favor es un argumento flaco, débil, las cosas no son porque deban ser, en política se impone la pericia, el arte y el Poder, si no caemos en mensajes de FE, cuasi religiosa, buscar la empatía hacia lo que debe ser, no alcanza para modificar la realidad.

Otra cuestión fundamental es la mala praxis política, cuando se tiene la responsabilidad de gobernar, es porque se buscó, nadie es obligado a cumplir tareas de gobierno, ya aprendimos que gobernantes torpes dejan costos en vidas y dolores insuperables en los Pueblos, luego se retiran con los beneficios de la función y no rinden cuentas a nadie, ¿nos olvidamos de los 35 muertos del 2001? Estallido de las necedades y miserias del neo liberalismo salvaje.

En mi opinión, algun@s mantienen una supuesta mirada cándida sobre la profundidad de la crisis Humana en que estamos sumidos, porque mirar de frente la Verdad los pondría ante lo irreparable, de buscar soluciones con remedios mágicos. Se terminarían los colectivos progres, que medran con el discurso, el análisis, y las hipótesis.

Hoy la mayoría estadística, nos demuestra que convivimos con millones de compatriotas, que no tienen lazos de empatía con el dolor del otro, porque de tan generacionalmente excluidos, no tienen lazos que los incluyan. 

Padres y Madres de 12/13/14 años, millones de púberes que son formados por la TV y los video juegos, chic@s que tienen más vínculo con el dueño del maxi kiosco, donde piden fiado para comer al mediodía, ya que los padres cuando existen no están, los millones de hogares monoparentales, generalmente sostenidos por Mujeres. La comodidad interesada de poner a la DROGA como causante de todos los males escondiendo bajo la alfombra, que la droga que mata a nuestros hij@s es el alcohol, los fármacos y la violencia a la que se ven compelidos, por esa maldita certeza de no tener destino, la construcción de arquetipos que se alimentan de los "pibes", que terminan en constituyendo clanes o jaurías, que al final funcionan como contenedores y reemplazan el lazo de intimidad familiar.

Terminar con el negocio de la droga, exige primero terminar con el negocio de la antidroga, el costo mundial de las estructuras burocráticas, administrativas, policiales, judiciales, es muy superior a lo producido por el negocio de la venta ilegal de sustancias. Por esto, es un paso en el camino correcto el que ha dado Uruguay, que asume una postura sencilla y racional, ahorremos dinero, descabecemos a los oscuros grupos antidrogas, quitémosle razón de ser a la injerencia externa de la DEA y todos los demás servicios de inteligencia, que con la excusa de la guerra a las drogas se embolsan miles de millones de dólares. Tal vez en ese momento quede al descubierto, la verdadera dimensión del crimen organizado, quienes son sus dueños, cual es la forma adecuada de combatirlo.

La batalla por el control político de las policías, es una batalla de tod@s, pero debe ser real, sin trampas.

Angel Fernandez Schejtman

10/12/2013