14 enero, 2015

¿Todos somos Charlie?


    ¿Todos somos Charlie?

    Parece que no se puede superar la mirada naif occidento-centrista. O es imposible desprenderse de los anclajes de mediados del siglo pasado, en que la guerra fría, dio de comer cuantiosamente a quienes estaban a favor o en contra.
    Ignorar que millones de personas que profesan el Islam dentro del ámbito de sus vidas privadas, son las primeras víctimas y las más numerosas, es de una hipocresía demencial, son los que todos los días estallan, justamente por ...ser "moderados". Se cuentan por centenas de miles, niñ@s, ancianos, mujeres, trabajadores. Ellos para los occidento-centristas no cuentan. El día anterior a lo de Charlie, en Yemen un bomba-suicida se cargó a 40, más cientos de heridos, las víctimas estaban rezando en una Mezquita. Al otro día, una chica de 10 años, también bomba-portante, fue estallada a control remoto a la entrada de un mercado en Nigeria.


    Esta ecuación no cierra, culpando a EEUU, EU, Israel, etc. etc., es cómodo y tal vez tranquilizador, pensar que la gran "maquinaría imperialista del norte", está detrás de todo esto. Tal vez haya alguna "ayuda" para revolver el avispero, pero seguro los actores principales son los que no se nombran: Arabia Saudita, Emiratos Árabes, Abu Dhabi, Yemen, Bahrein, etc.etc., ellos son los primeros interesados en fogonear “luchas por el Islam” bien lejos de sus fronteras, eso les asegura que nada cambiara en sus reinos de opulencia y esclavitud.
    De paso haciendo gala, de su insidiosa habilidad, conforman a los sectores más radicalizados, aquellos que de verdad, quieren “liberar” a Occidente de sus satánicas formas de vida, para esos, la cuestión es simple, conversión, muerte o martirio, recuperar el “Andaluz” y redimir de infieles el planeta entero y vivir bajo la Sharia (ley del Islam). Estas personas existen por sí mismas, no porque occidente los contrate.
    De paso, cañazo. Los sectores de Poder Real, en occidente, se benefician al generar la idea del choque de civilizaciones y configurar al “enemigo” dentro de sus propias sociedades, herramienta imprescindible para aumentar el control social extremo, conculcar las libertades individuales y seguir impunemente agobiando a sus Pueblos.
    Para finalizar, debemos valorar, la excelencia de la operación militar, tres individuos en superficie, generaron el hecho más importante de propaganda y efecto multiplicador generando zozobra, dudas, sospechas entre conciudadanos, poniendo de relieve la contradicción dentro del llamado “occidente”, en que a la hora de saldar la crisis se decide a militarizar sus sociedades, renunciando al paradigma sobre el que se sostuvo culturalmente: La Libertad.- ¿Todos somos Charlie?


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