De México a Bielorrusia o Pakistán, los periodistas intentan mantenerse física y digitalmente seguros en medio de protestas violentas y actores que tienen un interés personal en suprimir investigaciones en profundidad. Incluso los periodistas más cautelosos pueden encontrarse lidiando con amenazas o equipamiento destruido debido al trabajo que realizan.
Lifeline: The Embattled Civil Society Organization (CSO) Fund es un recurso que los periodistas pueden usar para protegerse. Mantuve un diálogo con Jerusha Burnham, quien administra el portafolio para Latinoamérica, para conocer más detalles sobre la iniciativa.
¿Qué es Lifeline?
Se trata de un fondo que proporciona asistencia de emergencia a organizaciones de derechos humanos en peligro. Freedom House dirige el consorcio, y tenemos otros seis socios que trabajan con nosotros: Front Line Defenders, el Centro Internacional de Derecho sin Fines de Lucro (ICNL), CIVICUS, el Centro Liberal Internacional Sueco (SILC), Forum Asia y People in Need.
Respondemos a las amenazas y ataques recibidos hacia organizaciones de la sociedad civil, desde persecuciones legales hasta amenazas de muerte. La asistencia es variada y depende de cada situación, pero cualquier cosa que ponga en riesgo la vida del personal o el trabajo de la organización se considera una amenaza.
Podemos brindar asistencia legal, monitoreo de pruebas, asistencia médica; si alguien fue torturado o atacado le damos asistencia médica, pero no podemos proporcionarla si hay una condición médica preexistente no relacionada con el trabajo de los activistas. También ofrecemos asistencia para reubicar personal; desde trasladar una oficina a un vecindario más seguro, a trasladar personal a otra ciudad o país. Ofrecemos asistencia humanitaria y reemplazo de equipos; podemos reemplazar teléfonos o computadoras que hayan sido dañados o robados. También hay subvenciones para equipamiento de seguridad, lo que incluye comprar cámaras de seguridad y un sistema de alarma para una oficina, o bien la contratación de taxis privados para que el personal amenazado no utilice transporte público.
Sé de varios periodistas que no se consideran defensores de los derechos humanos per se. ¿Qué les dirías?
Consideramos que muchos periodistas son defensores de los derechos humanos (incluyendo freelancers y bloggers). Pero para que podamos brindarles asistencia, deben contar con un historial sólido de trabajo sobre temas relacionados con los derechos humanos o la democracia. Si eres editor de deportes probablemente no podremos ayudarte, pero cualquiera que haya trabajado en temas de violencia, narcotráfico, corrupción, violaciones de derechos humanos, política, o haya criticando al gobierno o a funcionarios estatales en relación con la democracia o los derechos humanos puede potencialmente recibir nuestro apoyo. Desafortunadamente, en muchos países el ambiente de los medios es tan represivo que el mero hecho de publicar una noticia puede ser un desafío para los derechos humanos. En Latinoamérica hemos apoyado a periodistas individuales, pequeños medios y radios comunitarias, especialmente en comunidades indígenas, donde estas radios son realmente importantes.
Para Lifeline, una organización se define como dos o más personas trabajando juntas por un período de más de seis meses. No tienen que estar registrados oficialmente para solicitar ayuda, lo que facilita el proceso para algunas organizaciones. También podemos apoyar a periodistas individuales.
¿Cómo se postula? ¿Qué debería tener en consideración alguien que quiere solicitar su apoyo?
Lo primero que hay que tener en cuenta es que el riesgo o las amenazas contra la persona u organización deben haber ocurrido en los últimos tres meses. Podríamos estirarnos hasta seis meses en circunstancias especiales, pero no podemos considerar amenazas que ocurrieron hace un año, a menos que se trate de una amenaza continua.
Quienes postulen deben demostrar que su trabajo se ha volcado a los derechos humanos, y que las amenazas son reales. Siempre les pedimos que proporcionen referencias independientes para que podamos examinar la situación, pero también confiamos en nuestras propias redes para examinar los casos.
Si es posible, es importante conocer el tipo de ayuda que se desea antes de postular; si ya tienes una idea de qué necesitas y cuánto costará, podemos procesar el caso más rápido.
¿En cuánto tiempo llegan los fondos?
Por lo general en dos semanas. También depende del número de casos con los que estemos lidiando y de nuestra capacidad para confirmar los hechos. Si la situación es extremadamente urgente, trataremos de apurarnos. Hay algunos casos que toman un poco más de tiempo, y cuando eso ocurre les explicamos por qué a los solicitantes.
¿Hay países que prioricen?
En lo que se refiere específicamente al periodismo, hemos llevado una cantidad increíble de casos en Eurasia, y creo que eso se va a mantener así. En África oriental, después de la crisis de Burundi hace un año y medio, también apoyamos a muchos periodistas. En América Latina hemos trabajado con periodistas de México y Centroamérica, especialmente de Honduras. Aceptamos solicitudes de cualquier parte de América Latina y el Caribe. Todos son bienvenidos para solicitar nuestro apoyo.
¿Cómo se postula?
Pueden enviar un email a Lifeline directamente (info@csolifeline.org, para América Latina el email es lac@csolifeline.org), y les enviaremos el formulario de solicitud. Una de las cosas que nos esforzamos por hacer –especialmente con los periodistas, porque las comunicaciones son a menudo monitoreadas– es establecer una forma segura de comunicación. Tenemos varias herramientas para ayudarlos con eso. La mayoría de los periodistas las conocen: PGP, correo electrónico o chat cifrado; cualquier cosa que mantenga seguro nuestro intercambio. Si no tienen acceso a estas herramientas, podemos enseñarles a usarlas.
También estamos en constante contacto con otras organizaciones que apoyan a periodistas en peligro, por lo que si hay una razón por la que no podemos brindar apoyo, sí podemos recomendar el caso a otras organizaciones que trabajan específicamente con periodistas.