¿Qué nos pasa?..., la conclusión posible.
Quienes vivimos los acontecimientos del 19/20 de Diciembre de 2001, que mal interpretamos como fenómeno pre-revolucionario, sobre valoramos el nacimiento de una nueva forma de organización popular expresada en las Asambleas Barriales, que con fuerza inaudita surgieron por doquier y se transformaron en ámbitos de discusión y consenso.
Aquellos con experiencia militante debían exprimir sus cerebros para fundamentar consignas frente a los cuestionamientos de los “ciudadanos de a pie”, quienes venciendo el habito de la no-participación producto de los miedos, la desconfianza, las sucesivas defraudaciones sufridas, descubrieron que sus palabras e ideas tenían el mismo valor que las de los “dirigentes”.
Mientras tanto, el aceitado “sistema” (político, financiero, judicial) rápidamente se acomodo. Sin detenerse en profundos análisis, comprendió y actuó en consecuencia. Cambió a los actores principales por otras primeras figuras del elenco; los dueños del dinero jugaron su interna y rodaron algunas cabezas.
El precio de tanto desatino fue, una vez más, pagado por el Pueblo.
Del “que se vayan todos” al “que se queden todos”, no pasó nada, simplemente se aceptó.
La Caída
Pasado el periodo kirchnerista, que trajo alivio y mejoro la vida de millones, con avances en lo institucional, respecto a los DDHH, los derechos de minorías históricamente ignoradas, se recuperaron los fondos de retiro, nuestras jubilaciones. Por primera vez el estado, reconoció a las Mujeres Amas de casa como sujeto de derecho, a los niños nacidos y por nacer, los discapacitados a quienes se les asigno un monto de dinero, insuficiente, pero aliviador.
Aunque la contra cara, de enfrentamientos provocados, ya no contra los agentes del establishment, si no contra los socios políticos, que sostenían al gobierno y los movimientos sociales que no acataban el mandato. Lo que les valió ser considerados “enemigos”, y no lo eran.
Sembraron tormentas y llegaron las tempestades. Las sufrieron y las siguen sufriendo los ex funcionarios, pero la peor parte la estamos pagando todxs.
Se le regaló, servido en bandeja el gobierno, a lo peor de la dirigencia “neoliberal”. Encontraron las puertas abiertas de par en par, para ejercer un odio social, inaudito para las nuevas generaciones, que los más viejos alertamos sin éxito.
El elenco de la pandilla que gobierna, arrasó la Patria, con el solo objetivo de concretar la mayor estafa que se haya sufrido.
Es tan brutal, la acción criminal, que hasta el FMI se verá perjudicado. No nos vamos a quejar por eso. La fuga de dolares de los aportantes al FMI, y que no se van a recuperar, a pesar de que otra vez nos tocara a los argentinos, cargar con esta nueva deuda eterna, disparó investigaciones, que involucran a Christine Lagarde, Trump, y como participe necesario a Macri.
Del mismo modo, el lavado de fondos provenientes de la evasión, el ocultamiento, y crímenes aun no identificados, es una espada de Damocles, sobre el elenco de la pandilla gobernante, que muy pronto golpeara sus puertas.
Proponen
dejar tierra arrasada
Desde
el 12 de agosto, se han empeñado en sembrar miedo, aumentar la
pobreza, ensañarse con los que no los votaron. Saben que no ganaran
las elecciones, les queda pasar a los hechos, tienen a su disposición
las fuerzas de seguridad, con ordenes expresas de masacrar. Los
medios de comunicación del establishment, que actuan como sicarios,
los jueces de la pandilla también hacen su aporte.
A
pesar de todo, estamos frente a
una elección.
Hoy
solo queda la certeza de la pregunta: ¿Qué nos pasa?
Los
directores del FMI, se preguntan como se pudo aplicar en Argentina el
ajuste más salvaje de la historia sin que haya caído el gobierno, o
que no estén las calles incendiadas.
El
“amigo” de Christine Lagarde, Nicolas Dujovne, corono su acción
contra la Argentina, como Ministro de Economía, embolsando 30
millones de dolares, usando información privilegiada, sin que ésto
sea un escándalo. Se termina haciendo la misma pregunta, ¿como
hicimos esto y no cayo el gobierno?
Hoy
vemos a los Pueblos de Ecuador, Chile, Perú, Paraguay, que mueren en
las calles diciendo “NO”. Mientras tanto acá, la miramos por
TV. Será que tenemos tan aguada la sangre, que nos dejaremos robar
el resultado de las elecciones???
Tan
inermes quedamos?, estaremos intoxicados de mentiras, que nos
terminamos creyendo. Tan enfermos de megalomanía estamos, tan
superados nos creemos?.
Miremos
de frente la vulnerabilidad y profunda debilidad en que nos
encontramos, si no lo hacemos, llenaremos carteles y marchas pidiendo
“justicia”, una justicia que se mendiga y no que se impone. Esto
no hará que los que caigan en las calles, vuelvan.
El
desafió seguramente es construir un “nosotros” que nos comprenda
e integre a pesar de las diferencias.
Es
hora de perfeccionar el sistema democrático; nunca más entreguemos
el Poder. No hay espacio para cheques en blanco, para nadie.
Por
todo esto hoy más que nunca:
Estamos ante momentos dramáticos y peligrosos. El régimen
totalitario, esta borracho de violencia, de desprecio y de impunidad.
Quienes tenemos décadas encima y pasamos por varias, estemos
dispuestos al sacrificio total. No vamos a permitir que se roben las
elecciones, ni que vengan degollando. Por Nosotros, por los Nuestros
y por Todxs...
VIVA
LA PATRIA, QUE SOMOS TODOS.
Angel Fernández Schejtman
24/10/2019
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