“Ninguna democracia se puede levantar sin terminar primero con tanta impunidad” – “No son 30 pesos, son 30 años”
Sr. Sebastián Piñera
Presidente de la República
Presente
La Coordinación Nacional de Organizaciones de Derechos Humanos y Sociales ha considerado necesario dirigirse a usted para expresar su absoluto rechazo a las medidas autoritarias y represivas que el actual gobierno ha tomado para impedir las legítimas movilizaciones del pueblo en demanda de satisfacer sus necesidades largamente postergadas.
Rechazamos tajantemente sus palabras declarándole la guerra al pueblo de Chile. Sabemos perfectamente que este tipo de declaraciones son propias de la Doctrina de la Seguridad Nacional y fomentan el Terrorismo de Estado reviviendo al enemigo interno, conceptos aún no erradicados de nuestras fuerzas armadas. En ese sentido, rechazamos el continuo envío de efectivos de las Fuerzas Armadas a cursos en la Escuela de las Américas, hoy llamada Instituto del Hemisferio Occidental para la Cooperación en Seguridad (WHINSEC). Esta situación hace absolutamente criminal utilizar a los militares en tareas de aseguramiento del orden interno. Señor Presidente, debe desistir de esta decisión antes de convertirse en un masacrador de su propio pueblo.
También rechazamos la dictación del estado de emergencia que sólo muestra la absoluta incapacidad del actual gobierno para gobernar Chile. El pueblo de Chile, sus organizaciones de las que somos parte, han soportado 30 años de malos gobiernos, ineptos, corruptos, que han gobernado en favor de los más ricos y poderosos del país en desmedro de nuestro pueblo.
Rechazamos la imposición del toque de queda que sólo busca la actuación arbitraria e impune de las fuerzas policiales como hemos visto innumerables veces estos últimos días. Baste señalar los cerca de 20 muertos que ya tiene bajo su responsabilidad; la no entrega de información sobre detenciones, heridos y muertos; la instalación de la persecución política a jóvenes dirigentes de organizaciones populares, entre los que contamos, el allanamiento ilegal de un edificio y detener, también ilegalmente, a la vocera de la CONES y sus acompañantes; las agresiones y amenazas a un dirigente estudiantil de la Universidad de Valparaíso por parte de carabineros y el secuestro de un dirigente social de Quinteros, también realizado por carabineros.
También consideramos de extrema gravedad la denuncia del INDH por la utilización de túneles de la Estación Baquedano del Metro como lugar de tortura; lo que unido a las incontables golpizas brutales a manifestantes divulgadas por las redes sociales, nos muestra la plena vigencia de prácticas que el mundo civilizado condena decididamente. Estamos seguros que este actuar policial será declarado ilegal por parte de los tribunales, sin embargo, los funcionarios policiales no recibirán ninguna sanción como ha acontecido durante los más de 40 años transcurridos desde el golpe de estado de septiembre de 1973.
Las organizaciones de derechos humanos, depositarias de la memoria histórica y herederas de las luchas del pasado por recuperar la democracia, exigimos que se levante el estado de emergencia y el toque de queda, que se retire a los militares de las calles de nuestros pueblos y ciudades, se juzgue y castigue a los policías y militares que han abusado de su impunidad para asesinar, herir y torturar a sus compatriotas tal como lo hicieron durante los 17 años de la dictadura cívico-militar.
Estos crímenes son una clara demostración de que nuestra lucha por la verdad y la justicia, contra la impunidad y por el Nunca Más se encuentra plenamente vigente y más urgente que nunca.
Como hemos señalado con insistencia: la impunidad de los crímenes de ayer, causa las injusticias de hoy. Expresamos también nuestro pleno respaldo a las demandas levantadas por el movimiento social, en especial la demanda por una Asamblea Constituyente para la elaboración de una nueva constitución plenamente respetuosa de los derechos humanos, la democracia y que consagre el Nunca Más.
Solidarizamos con nuestro pueblo y lo acompañamos en su lucha que es nuestra lucha y la de miles de compañeros y compañeras cuyas vidas fueron segadas por el terrorismo de Estado. Esta lucha se encuentra plenamente vigente hoy: por una vida digna y justa.
Señor Presidente, reconocemos su incapacidad de gobernar Chile en este momento. Las medidas presentadas en la agenda no están a la altura de la profunda crisis que afecta al país y no son una solución a los problemas que afectan a la gran mayoría de la población sino, por el contrario, profundizarán el saqueo de nuestras riquezas y la vandalización de los servicios públicos como ha acontecido durante los últimos 46 años. Por ello, y en concordancia con la demanda popular, le solicitamos que renuncie a su cargo.
Coordinación Nacional de Organizaciones de Derechos Humanos y Sociales
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