16 enero, 2018

Un albergue en Ciudad de México para mujeres que fueron trabajadoras sexuales

CIUDAD DE MÉXICO – Marbella Aguilar guarda su colección de libros usados en un estante escondido en su habitación de Casa Xochiquetzal, un hogar de estilo colonial grande y de color amarillo en el centro de esta metrópoli. Continue reading the main storyFoto Marbella Aguilar, de 61 años: "No quiero hablar del pasado, solo olvidarlo". “Me encanta leer y escribir”, dijo Aguilar, de 61 años. “Poesía, prosa, lo que sea. No puedo dormirme sin que estén mis libros aquí al lado”. Entre sus favoritos menciona Los miserables, Lolita y las obras de Pablo Neruda y de Tolstoi. Continue reading the main storyFoto Sol, de 60 años: "Todavía me duele el remordimiento. Lo que más duele es que tuve que hacerlo". Pero ella misma podría llenar todo un libro con sus experiencias, pues su vida ha sido todo menos ordinaria. Y Casa Xochiquetzal no es cualquier hogar: es un albergue para trabajadoras sexuales retiradas o semijubiladas. Continue reading the main storyFoto Norma Angélica Sánchez Garduza, de 53 años: "Nunca quiero regresar a las calles, es muy duro. Pierdes tu dignidad como ser humano". Nombrada en honor a la diosa azteca del amor sexual y de la belleza, la casa abrió sus puertas en 2006 después de que Carmen Muñoz, quien fuera trabajadora sexual, encontró a algunas de sus antiguas compañeras durmiendo en camas improvisadas hechas de cartón en la zona de La Merced, un “barrio rojo” en el centro de Ciudad de México. Las mujeres, después de una vida de trabajar en las calles, estaban solas sin tener a dónde ir.

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