Periodistas Chinos dan consejos para cubrir COVID-19
A pesar de años de represión, el periodismo de investigación ha encontrado la manera de sobrevivir en China. Y el brote del nuevo coronavirus ha desencadenado una nueva ola de investigadores en el país. En los pocos meses transcurridos desde que comenzó la pandemia en la ciudad china de Wuhan, los medios de comunicación chinos parecen haber producido más periodismo de investigación de alta calidad que en los últimos años.
Esto se debe en parte a algunos factores externos. Varios medios chinos han hecho uso de una breve "brecha de oportunidad" para producir y publicar informes de investigación que han circulado ampliamente con el consentimiento tácito de las autoridades. Las autoridades chinas usan esas "brechas" para aflojar su control sobre los medios de comunicación mientras siguen de cerca la opinión pública para ajustar sus tácticas de propaganda. Y a diferencia de las protestas a favor de la democracia en Hong Kong del año pasado —que tenían que ver con la vida política, uno de los temas más delicados en China—, el COVID-19 afecta a todos, independientemente de la posición política de cada uno. Suele ser más fácil para las personas llegar a un consenso sobre cuestiones ambientales y de salud pública.
Sin embargo, es sobre todo el esfuerzo extraordinario de periodistas individuales lo que ha llevado a este renacimiento repentino del periodismo de investigación en China. Los periodistas chinos están trabajando duro para producir historias respaldadas por evidencia sólida, al tiempo que eluden la censura. Si bien algunas historias se eliminaron de Internet unas horas después de su publicación, el público chino, que puede detectar fácilmente contenido políticamente sensible después de años de navegar a través de las prohibiciones oficiales, tiene la costumbre de archivar historias, republicarlas en otras plataformas como Notion y Evernote, y compartirlas en las redes sociales, en una carrera de relevos contra la censura.
Los mejores periodistas de China se vieron inmersos en una crisis inesperada, con una enfermedad infecciosa fuera de control, de la que se sabe poco, y con un gobierno propenso al secretismo. El COVID-19 ha matado a más de 3.200 personas en China, casi la mitad del total mundial, y casi todos murieron en el epicentro, provincia de Hubei. Los periodistas han trabajado en medio de condiciones extraordinarias: una amenaza virulenta para la salud, falta de datos confiables, trauma generalizado, censura oficial y cuarentenas impuestas a unos 50 millones de chinos.
En momentos en que el nuevo coronavirus continúa extendiéndose, ¿qué consejo pueden compartir los periodistas chinos con sus colegas de todo el mundo a partir de su experiencia? El editor chino de GIJN, Joey Qi, entrevistó a varios periodistas que están al frente de la cobertura del COVID-19. Casi todos pidieron permanecer en el anonimato. Aquí hay un resumen de sus consejos para periodistas de todo el mundo.
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