Hoy murió Diego. Sesenta años..., dicen, que quienes mueren al cumplir décadas completas, cierran el ciclo que va desde el nacimiento hasta la muerte; completando distintas vidas, en una Vida.
El Diego, que convoco en estas lineas, es el hacedor de todas las grietas, el que nunca se calló la boca ante los poderosos...Él los conocía. Él los vio en calzoncillos, y sin calzoncillos.
Desde la infancia, supo en el cuerpo, que hay unos y otros. Esos otros, humillan, oprimen, hambrean, ofenden entre burlas la Dignidad de la pobreza.
Esa Dignidad Rebelde, del que desde el subsuelo de la sociedad, emerge, por si mismo, por ser un superdotado en el fútbol.
Algo que no le podían quitar?, sus piernas, su inteligencia, su brutal decisión de ganar. El Amor pasional, que lo guió en su camino...
La venganza de los otros
De la mano de los triunfos, llegaron los negocios: el fútbol, la pelota..., el medio para que los "otros", demolieran lentamente, las garras del león. El Ídolo todo lo puede, y quiere más, siempre quiere más. Poner sus deseos en bandeja de oro, era una manera de asegurar la demolición del león.
Aturdido de tanto, así lo vi a Diego, me dolía y sigue doliendo, ver como de una u otra manera, los "otros" demolieron al león...ya caído, gesticulante, los "otros" querían más, más demolición.
Diego eligió, ser de los "unos" y escupirles en la cara a los poderosos, sus crímenes, sus trampas, sus bajezas. No hay perdón, ni clemencia para el León, el León nunca la pidió.
Diego, bardero, machista, patriarcal, obsceno, falopero, borrachín, ventajero, y también Diego corazón, humilde, solidario, revolucionario, comunista, peronista, chavista. Nunca dejo de ser Diego.
El peor enemigo del Mundo, ese también es Diego, el único que enfrentó a la FIFA, el mayor poder universal del planeta, el que doblega gobiernos, y maneja el 25% del flujo global financiero. Y le gano.
Lo vi jugar
Cosas de la vida, fui a la cancha de River, a ver el clásico con Boca. La cancha hervía, en Boca, juntos el Pájaro Caniggia y Diego. Fue un partido histórico.
Fue en la fría tarde-noche del domingo 14 de julio de 1996, cuando por la 16ta. fecha del campeonato Clausura 1995-96, que sería ganado por Vélez Sársfield dirigido por Carlos Bianchi. Boca marcó su primer gol por medio de José "Pepe" Basualdo y los otros tres los señaló el "Pájaro" Caniggia, uno de los cuales dio origen al particular festejo.
La revista deportiva "El Gráfico" recordó el festejo de aquel gol con el singular título de "El beso del alma" y en sus páginas se refirió a la amistad entre Caniggia y Maradona, y la participación de ambos en el gol con que Argentina le ganó 1-0 a Brasil en el Mundial de Italia, en 1990. River, dirigido por Ramón Díaz, venía de ganar la Copa Libertadores con un plantel en el que se destacaban los nombres de Germán "Mono" Burgos, Hernán Díaz, Roberto Ayala, Leonardo Astrada y Enzo Francescoli. Boca, por su parte, con Carlos Bilardo como entrenador, presentaba entre otros a Carlos Navarro Montoya, Carlos Mac Allister, Juan Sebastián Verón, Christian ‘Kily’ González, Maradona y Caniggia, un equipo que no se destacaba por sus triunfos en el Clausura y despertaba comentarios por la afinidad de sus jugadores y algunas reuniones particulares entre ellos. Tras aquel festejo del "piquito", Mariana Nanis, esposa de Caniggia dijo que le daba asco que su esposo bese a Maradona. A lo que Diego contestó públicamente que "Claudio es mi amigo, pero si no puede controlar a su 'mina', no existe”. "Yo siempre quise estar en el corazón de la gente de Boca, y creo que hoy he cumplido un sueño. Haberle hecho tres goles a River es un placer". declaró aquel día Caniggia, quien había surgido en el equipo de Núñez.
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