Criminal, “carnicero”, nazi
Mucho se escribió sobre Eduard Roschmann, el llamado “Carnicero de Riga”, durante 40 años. Sin embargo, todas las historias se repetían. Así fue la búsqueda de detalles sobre un nazi casi invisible que llegó a Paraguay solo por desgracia.
A inicios de julio de ese año supe que uno de los primeros que cubrieron el caso Roschmann en 1977 fue Héctor Rodríguez Boccia, un secretario de Redacción de ABC Color a quien popularmente se lo conocía como “Pollo”. Él, por ejemplo, creó una de las columnas más populares dentro del periodismo paraguayo criollo: Ñe’embeguépe.
En esa época, Héctor era un joven periodista de la sección Policiales del periódico y había compuesto el equipo que completaron el periodista Santiago Moreno -fallecido en 2005- y Carmelo Módica, hoy destacado profesional del Derecho.
Me acerqué a Héctor el viernes 5 de julio de 2013 y le dije que tenía la intención de escribir un libro sobre Roschmann. Le pedí ayuda y me dijo que me la daría sin dudar pero que no iba a acceder a ser entrevistado para el libro. Allí aprendí que Héctor tenía un espanto sobrenatural a las entrevistas y a convertirse él en la noticia (ojalá hubiera más profesionales del periodismo así) y que el único que había logrado tan precioso logro era el colega Nelson Zapata, en el año 2000, con quien conversó sobre la creación de la columna Ñe’embeguepe.
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Héctor no estaba bien de salud. En esos días se lo veía pálido en la Redacción del diario y le costaba mucho subir escaleras, por lo que entraba a través de la parte posterior del edificio de ABC Color, por el portón de Iturbe. Ese viernes 5, Héctor me dijo que me ayudaría en un par de semanas, pues debía ingresar a cirugía el sábado 6. Héctor Rodríguez Boccia, el queridísmo “Pollo”, un ejemplo inmenso de bondad, profesionalismo y, por sobre todo, alegría, murió el 11 de julio de 2013 tras complicaciones cardiacas. No sobrevivió a la cirugía a la que se intervino.
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