Todo parece estar dado para un cara a cara entre dos fuertes magnates en las próximas elecciones presidenciales en 2020.
El empresario Michael Bloomberg, exalcalde republicano e independiente de Nueva York, se inclina por ser contendiente electoral del actual mandatario de Estados Unidos, Donald Trump, por el Partido Demócrata, según publica hoy The New York Times.
En una entrevista al diario, Bloomberg considera “imposible de concebir” una candidatura republicana por su parte para los comicios de 2020, a la vez que mantiene diferencias con el partido político progresista en temas clave como las regulaciones bancarias o el movimiento Me Too.
“No quiere decir que esté con el Partido Demócrata en todo, pero no veo cómo podrías, posiblemente, presentarte como republicano. Así que, si te presentaras, sí, tendrías que presenarte como demócrata”, dijo el millonario de 76 años, expresándose en segunda persona sobre sí mismo.
Bloomberg apoyó la candidatura demócrata de Hillay Clinton a la Casa Blanca y ha invertido 80 millones de dólares para revertir el control republicano de la Cámara de Representantes en las próximas elecciones de medio término, que se celebran en noviembre de este año.
Según señala el diario, el también filántropo arremetió recientemente contra el Partido Republicano por temas como el control de las armas o el cambio climático, y a través de un grupo político que controla, va atacar a los candidatos conservadores de tres distritos republicanos del sur de California.
Bloomberg está, según aseguran sus asesores al Times, dando pasos para tantear sus opciones en las elecciones de 2020, aunque él mismo reveló que no se ha impuesto una fecha límite: “Estoy trabajando en las elecciones del 6 de noviembre y, después de eso, ya le echaré un vistazo”.
Aunque hay temas que le acercan a los demócratas, Bloomberg, no obstante, se aleja en otros, especialmente los económicos, en los que critica la actitud del partido hacia los “grandes negocios” si bien acepta cierta regulación financiera.
Asimismo, expresó dudas sobre las acusaciones de abuso sexual que han emanado del movimiento Me Too y apuntó que solo la justicia puede determinar su veracidad, remitiéndose al caso del presentador Charlie Rose, sobre quien dijo que “nunca vieron nada y no tienen registros”, habiéndolo comprobado “cuidadosamente”.
Sobre el presentador, que grababa uno de sus programas, para la cadena PBS, en las oficinas de Bloomberg, sostuvo que se debe mantener la presunción de inocencia, aunque admitió que la industria de los medios es culpable de no “plantarse” antes frente a conductas sexuales inapropiadas.
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