15 diciembre, 2021

‎¿De verdad estamos ante un “peligro amarillo”?‎ por Thierry Meyssan

 Nota completa



El presidente estadounidense Joe Biden desentierra el viejo cuento del «peligro ‎amarillo». China se robaría nuestras patentes, fomentaría la corrupción y destruiría el ‎medioambiente para acabar imponiéndonos por la fuerza su régimen totalitario. ‎Felizmente, Estados Unidos y la OTAN están ahí para proteger la paz y la ‎democracia. Pero ¿cómo explicar la alianza entre Pekín y Moscú? ¿No debería Rusia ‎sentir el mismo temor? No, porque estamos frente a una «alianza de las dictaduras». ‎Cualquiera que recuerde algo de la guerra fría tendría que sentir una inconfundible ‎impresión de déjà vu. ‎

l proyecto chino de las «rutas de la seda» ya es un éxito mundial. A pesar de todas las críticas –‎supuesta corrupción de las élites locales, endeudamiento de las naciones participantes o graves ‎daños al medioambiente–, los países que se han asociado a las «rutas de la seda» ya registran ‎un fuerte crecimiento. ‎

‎¿Cómo es posible no sorprenderse de que los programas de ayuda al desarrollo de las potencias ‎occidentales nunca hayan alcanzado tales resultados desde el inicio de la descolonización? ‎

Y sobre todo, ¿cómo es posible no sorprenderse de que, después de haber cantado loas durante ‎décadas a las ventajas y méritos de los intercambios internacionales para todos, Occidente denuncie ‎hoy ese éxito?‎

Las relaciones entre Occidente y la China del siglo 21 no son una cadena de quid pro-quo sino ‎de repetidas muestras de ignorancia de una sola de las partes. Estados Unidos se niega a entender cómo ‎piensan los chinos y constantemente atribuye a Pekín sus propios defectos. ‎


No hay comentarios:

Publicar un comentario