Cada año, durante la conmemoración del Día del Holocausto, algún canal de TV israelí vuelve a proyectar la película "El viaje de los malditos". El filme narra la historia del St. Louis, un transatlántico de lujo que transporta refugiados judíos alemanes huyendo del régimen nazi para intentar refugiarse en Cuba. Cuando llegan, las autoridades locales les niegan la entrada, y con el resto del mundo mirando para otro lado, les obligan a volver a Alemania y a su fatal destino.
No siempre los judíos que huían de las crisis económicas, el antisemitismo o los pogroms de Europa sufrieron ese trágico desenlace. Países de América, África y Oceanía supieron abrir sus puertas a corrientes inmigratorias desprovistas generalmente de papeles en regla o visas legales de trabajo. Sin embargo, a pesar de las enormes dificultades iniciales, la absorción, el desarrollo y la prosperidad de las comunidades judías en dichos lugares es considerada un éxito.
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