RÍO DE JANEIRO (AP) — Los dos candidatos presidenciales brasileños que se enfrentarán en la segunda vuelta en las próximas semanas exhortaron a poner fin a la violencia política, un problema que ha surgido como tema central en las elecciones.
Numerosos actos de violencia fueron denunciados en la semana previa a la primera vuelta, el 7 de octubre, pero desde entonces no han cesado. La segunda vuelta será el 28 de octubre.
La contienda ha expuesto las profundas divisiones en el país más grande de Latinoamérica, una en la que los candidatos representan visiones diametralmente opuestas para el futuro, y a muchos brasileños le preocupa que incidentes violentos sean perpetrados en nombre de la política.
“Lo que está ocurriendo resulta muy preocupante”, afirmó Sergio Praca, un profesor de Ciencias Políticas de la Fundación Getulio Vargas, un centro de estudios y universidad en Río de Janeiro. “Necesitamos hallar la manera de salir de esta situación”.
En la derecha está el favorito Jair Bolsonaro, un excapitán del Ejército que habla favorablemente de la dictadura que vivió el país de 1964 a 1985, y que ha prometido mano dura contra narcotraficantes y otros criminales. En la izquierda se encuentra Fernando Haddad, un exalcalde de Sao Paulo que promete el regreso de las políticas izquierdistas de su Partido de los Trabajadores, que gobernó entre 2003 y 2016.
Aunque la mayoría de los incidentes de violencia han sido atribuidos a los partidarios de Bolsonaro, el candidato mismo fue apuñalado durante un acto de campaña el 6 de septiembre, supuestamente por un hombre que dijo a la policía que Dios le había ordenado atacar al candidato. Bolsonaro fue dado de alta del hospital el 29 de septiembre.
En un tuit del miércoles, Bolsonaro dijo rechazar el voto “de quien practique la violencia contra aquellos que no votaron por mí”.
Durante una reunión con miembros del Congreso en Río el jueves, Bolsonaro condenó nuevamente los actos de violencia _e incluso lanzó varias advertencias.
“Aunque sean mis partidarios, les haré pagar si no obedecen la ley”, subrayó.
Bolsonaro hizo sus declaraciones tras días de críticas de los seguidores del Partido de los Trabajadores, quienes dijeron que Bolsonaro se cegaba a los ataques de sus partidarios.
Haddad también hizo un llamado a que acabe la brutalidad al sostener que los partidos necesitan unirse para confrontar la violencia juntos, y ha sugerido firmar un pacto de “no violencia” con Bolsonaro.
“Esta escalada de violencia debe parar”, tuiteó Haddad la noche del miércoles.
Publica, una organización no lucrativa de periodismo investigativo, halló 50 incidentes de ataques perpetrados por partidarios de Bolsonaro contra seis en su contra desde el inicio de octubre y hasta el miércoles. Los ataques, verificados por reportes policiales, sucedieron en todo el país e incluyeron golpizas, apuñalamientos, amenazas de muerte e incluso homicidio, según el grupo.
Uno de los casos extremos se produjo en la ciudad de Salvador, en el noreste, donde un maestro de capoeira y seguidor del Partido de los Trabajadores, fue asesinado a puñaladas durante una discusión con un seguidor de Bolsonaro. La policía dijo que arrestó al agresor, quien confesó que el crimen obedeció a motivos políticos.
También en Salvador, un profesor universitario fue arrestado por supuestamente atropellar a un hombre que vendía camisetas de Bolsonaro.
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