Afirman que Brasil planeó invadir Uruguay para lanzar Plan Cóndor
La dictadura brasileña (1964-1985) planeó la invasión militar de Uruguay en 1971 y gestionó el fraude electoral en el país vecino para impulsar el denominado "Plan Cóndor" y la doctrina de la "Seguridad Nacional" en Latinoamérica, afirmó el investigador Federico Leicht. (Montevideo, EFE)
Leicht es autor del libro "El día menos pensado. Invasión, golpe y contragolpe 1964-1971", en el que narra la intervención brasileña en Uruguay con el objetivo de instaurar en el pequeño país suramericano un Gobierno favorable a la represión organizada contra militantes y partidos de izquierda que marcó la política regional en los años 70 y 80."Entre 1964 y 1971, Brasil, ocupando el papel de subimperio regional, puso el huevo de lo que sería el Plan Cóndor, exportando a la región la doctrina de Seguridad Nacional, que busca eliminar las fronteras ideológicas para erradicar el riesgo o la amenaza comunista en Latinoamérica", afirmó a Efe el investigador.El libro de Leicht fue publicado en 2008, si bien cobró actualidad en agosto de este año después de que una organización estadounidense publicara una serie de documentos desclasificados de la presidencia de Richard Nixon (1969-1974) en los que se confirmaba la participación de Brasil en el fraude electoral cometido en Uruguay en 1971.Así, Leicht aprovechó la celebración de la Feria del Libro de Montevideo para relanzar su obra, a la que consideró "una historia extraoficial, pero con los suficientes datos como para probar con hechos la injerencia de Brasil" a la hora de instaurar la dictadura en Uruguay.Según dijo Leicht, periodista de profesión, en las elecciones uruguayas de 1971, la presencia de dos candidatos contrarios a los intereses de Brasil y los EE.UU con posibilidades de ganar forzó a la dictadura brasileña a gestionar un fraude electoral para que resultara ganador el tradicional Partido Colorado, que dos años después impulsaría el golpe que terminó con la democracia en el país.Leicht reveló que de ser derrotado su candidato, el III Ejército Brasileño tenía previsto ocupar el país en 30 horas, apuntalar al nuevo presidente y a un grupo de militares golpistas en el poder y retirarse del país antes de que la comunidad internacional pudiera intervenir en el asunto."Al final, los designios imperiales se dieron por la vía del fraude, como alternativa a la invasión, puesto que en Uruguay no podía pasar lo mismo que en Chile", donde el izquierdista Salvador Allende había ganado las elecciones ese año.Asimismo, el periodista señaló que la izquierda uruguaya, especialmente los "tupamaros" y el Partido Comunista, que hoy forman parte del Gobierno, estaban armados y preparados para resistir el golpe por la fuerza.En este sentido, Leicht destacó que aún hoy en día, los representantes de esas fuerzas políticas se niegan a reconocer que tenían planes de resistencia armada porque "les resulta inconveniente", mientras que dirigentes del Partido Colorado, beneficiado con el fraude de 1971, se niegan a reconocer los hechos, a los que califican de "fantasías"."Lamentablemente, la reconstrucción de la memoria sigue siendo una obligación incumplida por los partidos políticos, que sienten una pereza conveniente ante esta situación, que sin duda tiene costos políticos", dijo el escritor. EFE
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