Río de Janeiro pide perdón a víctimas de dictadura y de violencia policial
La agencia EFE emitió una nota indicando que el Gobierno del estado brasileño de Río de Janeiro pidió hoy disculpas formales a 30 presos políticos torturados en la dictadura militar (1964-1985) y a las familias de dos jóvenes asesinados brutalmente por la policía regional en los años 90.
"El estado de Río de Janeiro fue connivente y cómplice de terrorismo de Estado y de actos de brutalidad y de falta de respeto a la democracia", dijo el gobernador regional, Sergio Cabral, en alusión a ambos casos durante la ceremonia en la que pidió perdón formalmente a los familiares de los agraviados.
En el mismo acto se instituyó una comisión, compuesta por miembros de la gobernación y de diversas asociaciones civiles, que estará encargada de garantizar el pago de las indemnizaciones debidas a las víctimas "hasta 2010", en palabras del gobernador.
Cada uno de los presos políticos torturados en la dictadura, o sus herederos, recibirán una indemnización de 20.000 reales (unos 10.869 dólares) y las familias de los dos jóvenes muertos a manos de la policía, 90.000 reales (unos 48.913 dólares) cada una.
Cabral pidió perdón en persona a los padres de dos jóvenes asesinados por la Policía Militar del estado, en cumplimiento de una recomendación de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH), que estudió sus casos durante más de una década.
En 1992, durante una operación policial en la favela de Ramos, Jailton Neri da Fonseca, de 13 años, resultó muerto y su cadáver fue aprehendido por los agentes del orden, que después exigieron una cuantiosa suma de dinero a su madre para devolverlo, se recordó durante el homenaje.
En otra incursión policial en la favela Morro da Babilonia en 1998, los policías insultaron, agredieron y sacaron de su casa a Wallace Almeida de Souza, de 18 años, que terminó muerto después de ser arrastrado por los policías.
El coronel Mario Sergio, comandante de la Policía Militar, pidió perdón hoy por estos casos, en los que la CorteIDH denunció que se había incurrido en "violaciones de los derechos humanos", y también se disculpó ante "todas las familias" que han sufrido los "excesos de fuerza" cometidos por el órgano que dirige.
Los métodos violentos de la policía de Río, defendidos e impulsados por Cabral en numerosas ocasiones, han sido el centro de numerosas críticas por parte de organizaciones no gubernamentales, asociaciones en favor de los derechos humanos y por organismos internacionales, incluyendo Naciones Unidas.
Entre enero de 2007, cuando el actual gobernador asumió su cargo, y mayo pasado, la policía de Río ha sido responsable de la muerte de 2.921 personas, según cifras del Ejecutivo regional.
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