05 enero, 2010

OBAMA: LA EXPANSIÓN MILITAR YANQUI Y LAS BASES MILITARES EN COLOMBIA

OBAMA: LA EXPANSIÓN MILITAR YANQUI Y LAS BASES MILITARES EN COLOMBIA

Por: Ernesto Mendoza

Barak Obama ha considerado irónico que quienes históricamente han condenado las intervenciones de EEUU en el Continente, le estén ahora solicitando una actitud más enérgica frente a los protagonistas y beneficiarios del golpe en Honduras, entendiendo ese reclamo como un pedido de intervención.
Ahora bien, Mr. Obama sabe perfectamente que el Pentágono de su país, la CÍA, el Complejo Industrial Militar, los oficiales del Army destacado en la base de Soto Cano (Palmerola, Honduras), su Embajador, el funesto Negroponte y otros halcones estadounidenses diseñaron cuidadosamente ese golpe de estado en sociedad con las familias multimillonarias, los generales ultraderechistas y la partidocracia corrompida.
A Obama se le está exigiendo que emplee realmente su autoridad formal, que obligue al Pentágono, a la CIA y a todos los componentes del poder imperialista involucrados en el golpe a echar hacia atrás. O que se retire definitivamente la máscara del “poder suave”, y esconda para siempre las promesas de establecer “alianzas y relaciones respetuosas” con los países del continente; más aun después de renovar la agresividad contra Cuba.
Pero se plasmado la renovación del acuerdo de seguridad, esto es, el relanzamiento del Plan Colombia, incluye las dos bases existentes (Larendia y Tres Esquina) y las cinco nuevas, Incluye más tropas regulares y más unidades mercenarias suministradas por empresas privadas encargadas de participar en guerras por contratos pagados. Nueva modalidad postmoderna de privatizar las operaciones militares. Obama nos quiere matar de manera más suave, usando palabras más benévolas que las empleadas por los halcones.
Porque matar soberanías, autodeterminación y seres humanos es lo que persiguen tanto el precedente del golpe en Honduras como la reactivación del Plan Colombia-Iniciativa Andina, que ya apunta a desestabilizar, agredir y revocar procesos emancipadores como el venezolano y el Ecuatoriano, dentro de la vertiente continental de su “guerra global” a través de la cual EEUU aspira a conquistar militarmente la Amazonía. Colombia es la plataforma del plan de conquista hacia el Sur, que se va profundizando con las nuevas bases militares en Colombia y Honduras el punto de partida de un gran operativo que persigue reconquistar políticamente toda Centroamérica después de las victorias políticas del FLSN y del FMLN.
Pero con Obama más allá de lo militar, la táctica es crear una red bien financiada, muy bien organizada, disciplinada, para las diferentes campañas electorales, políticas, y movilizaciones, para tumbar a cualquier gobierno que muestre cualquier independencia o cambio social. Todos entienden las bases militares norteamericanas como una táctica para enfrentar, invadir y atacar a Venezuela....Entonces las bases tienen dos funciones: uno crear el trampolín para lanzar tropas y el otro, es simplemente el aumento de la presencia Norte americana está dirigida hacia Venezuela y controlar el Caribe y centro América. Esta política de militarización en Colombia es de revertir el progreso en América Latina, de reprimir los movimientos sociales, particularmente con la crisis económica.
El trazado de la guerra de baja intensidad (GBI), es el diseño de sus renovadas formas contrainsurgentes que se aplica desde los años 90, conjuntamente con la puesta en acción del consenso de Washington, a esto se añadió la formación de las “Fuerzas de despliegue rápido” , lo que requiera una red de bases y estructuras militares en toda América latina. Y “como una respuesta rápida al terrorismo” el Pentágono definió la necesidad de crear un “Comando para las Américas” de allí añadieron el plan madre (Colombia) el de la “Iniciativa Para la Región Andina” IRA, para su llamada “guerra contra el terrorismo y el narcotráfico en la región” destinando miles de millones de dólares, el principal objetivo de la intervención militar en Colombia es el “combate contra las FARC”.
De la misma manera expandió la presencia de sus servicios de inteligencia, invadiendo silenciosamente con fundaciones y organizaciones No gubernamentales, a América latina, reinstalando sus seguimientos, controles y represión por parte de la CIA y del FBI con el uso de las dependencias de seguridad de nuestros países y con la complicidad de los medios de prensa más reaccionarios y de seudos “periodistas “(como: Cecilia Valenzuela, Rosa María Palacios, Aldo Mariátegui, etc.) que se encuentran al servicio del imperialismo para sus negros planes de dominación. Pero la triangulación fascista de Obama y sus esbirros, Uribe y García, va mucho más allá de los ataques mediáticos, de las presiones económicas y de las políticas, pues el plan en realidad apunta al incremento de la presencia militar yanqui en Sudamérica a fin de contrarrestar los aires renovadores, nacionalistas y revolucionarios; siendo los mandatarios colombiano y peruano simples fichas estratégicas y propagandísticas.
Estamos, de nuevo, ante el escenario de una Guerra de Desgaste de fuerzas imperiales-oligárquicas muy superiores. Pero, esta vez, en calidad de huérfanos, sin el Gran Mariscal Antonio José de Sucre, sin el General Simón Bolívar y sin el General San Martín. Es decir, sin liderazgo ni vanguardia latinoamericana, es necesario que se reactiven en forma autónoma los grandes movimientos sociales, Crear la vanguardia unificada latinoamericana entre todas las fuerzas anti-imperiales; mantener la máxima unidad posible y la alianza estratégica entre Estados y movimientos de masas, sin dominación de los Estados; recuperar la iniciativa y el rumbo estratégico y enfrentar a Washington con la estrategia de la batalla decisiva. Esas son las tareas apremiantes generadas por la Guerra de Desgaste imperialista.
Es el momento de la segunda batalla de Ayacucho, es el momento de la grandeza y audacia de los Libertadores, es la muerte del ALCA y el nacimiento del ALBA, es la correlación de fuerzas en UNASUR, es la ola de cambios hacia la nueva independencia y la nueva democracia en el continente: en El Salvador, Nicaragua, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Uruguay, UNASUR es un campo de batalla. Es el terreno elegido por nosotros para confrontar, en mejores condiciones, en condiciones de unidad y de cara a los pueblos, contra los enemigos externos e internos, es un espacio ganado en la lucha contra el imperialismo para agrupar fuerzas y conformar un bloque de poder sudamericano autónomo.
“No olvidemos nunca, que el enemigo principal de los cambios sociales es el imperialismo yanqui”, Sin unidad de los pueblos latinoamericanos caribeños, derrotar al imperialismo es una quimera. La contraofensiva imperialista ha martillado en los últimos meses con contundencia. El golpe de Estado en Honduras y la instalación de las bases gringas en Colombia son parte de la estrategia tejida desde el Pentágono para debilitar la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América. El imperialismo acusó recibo del poder de fuego del ALBA en la Cumbre de Trinidad, en el avance hacia la unidad de Nuestramerica, las fuerzas nacionalistas cuentan con una herramienta que debe ser utilizada con mayor precisión, una característica esencial del ALBA es su espíritu constructivo, solidario e irreductible, esto lo ubica necesariamente a la ofensiva. Ante las agresiones contrarrevolucionarias, inmediatamente debe surgir la respuesta adecuada. El movimiento popular de los países del ALBA deberá de manera urgente constituir el Consejo de Movimientos Sociales, es el arma principal con que cuentan los gobiernos nacionalistas para avanzar en la lucha por la unidad de Nuestra América, siendo ésta una verdadera preocupación para los intereses imperialistas. Pero esta herramienta, como la espada de Bolívar, debe estar bien afilada y en poder de manos hábiles.
Como decía Mariátegui: “! En la jornada de hoy todo nos une……nada nos separa!!
¡Volveremos y seremos Millones!!

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