Qué intrigante es la muerte. Qué maldita.
Nilda era joven, demasiado joven. Iba a cumplir 61 en febrero, y seguramente lo iba a festejar a casa abierta, como cada vez. Hace ya unos cuantos años, Cachito Fukman nos había invitado: "Nilda se va a poner contenta de que vayan"; fue difícil entenderlo, porque no teníamos una relación tan estrecha con ella como para que se alegrara con vernos; luego entendimos que la alegría pasaba por ser muchos y compañeras, no era una alegría individual ni personal. Estaba en un momento bravo. Le peleaba a la muerte en forma de cáncer. Le costó, pero le ganó. Ya tenía experiencia en toparse con ella cara a cara. (Por Fernando Tebele para La Retaguardia)
Foto: Nilda en la inauguración de la Sala Cachito Fukman en La Retaguardia (Eugenia Otero) - Audio: segmento del documental sonoro 10 Años sin López de La Retaguardia (Entrevista de Paulo Giacobbe)
Nilda era joven, demasiado joven. Iba a cumplir 61 en febrero, y seguramente lo iba a festejar a casa abierta, como cada vez. Hace ya unos cuantos años, Cachito Fukman nos había invitado: "Nilda se va a poner contenta de que vayan"; fue difícil entenderlo, porque no teníamos una relación tan estrecha con ella como para que se alegrara con vernos; luego entendimos que la alegría pasaba por ser muchos y compañeras, no era una alegría individual ni personal. Estaba en un momento bravo. Le peleaba a la muerte en forma de cáncer. Le costó, pero le ganó. Ya tenía experiencia en toparse con ella cara a cara. (Por Fernando Tebele para La Retaguardia)
Foto: Nilda en la inauguración de la Sala Cachito Fukman en La Retaguardia (Eugenia Otero) - Audio: segmento del documental sonoro 10 Años sin López de La Retaguardia (Entrevista de Paulo Giacobbe)
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