RÍO DE JANEIRO — La procuradora general brasileña presentó una acusación en contra del senador Jair Bolsonaro, candidato presidencial de extrema derecha que se encuentra en segundo lugar en las encuestas, con incitar al odio y discriminación en contra de personas negras e indígenas, mujeres e integrantes de la comunidad LGBT.
El caso en contra de Bolsonaro, presentado el pasado 13 de abril, añadió una nueva dosis de drama a la elección de octubre, pues se dio una semana después de que el puntero en los sondeos, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, se entregara a las autoridades para comenzar a cumplir una condena de doce años de prisión por corrupción y lavado de dinero.
El documento acusatorio, firmado por la procuradora Raquel Dodge, incluye una lista de comentarios escandalosos por parte de Bolsonaro, quien ha ganado popularidad en parte por su lenguaje polémico y por sus promesas de adoptar tácticas de mano dura para combatir la epidemia de violencia en el país.
Si Bolsonaro, de 63 años, es condenado, enfrentaría hasta tres años en prisión y una multa de 400.000 reales brasileños (alrededor de 117.000 dólares).
Los residentes de una quilombola que había visitado, dijo Bolsonaro, “no hacen nada”. Añadió: “Creo que ni siquiera se las arreglan para procrear”. También hizo comentarios despectivos sobre territorios indígenas.Dodge recalcó partes de un discurso que Bolsonaro dio hace un año en Río de Janeiro para la denuncia de “discurso de odio”. En dicho discurso, Bolsonaro lamentó el estado de las quilombolas, las comunidades tradicionales de afrobrasileños con protecciones legales.
En otra parte del discurso, Bolsonaro habló de sus cuatro hijos pero, al mencionar a su hija, dijo que ella había sido resultado de “un momento de debilidad”.
Dodge también hizo notar varios dichos homofóbicos, como un momento en el que Bolsonaro dijo: “Preferiría que mi hijo muera en un accidente que llegue a casa con un tipo que tiene bigote”.
Bolsonaro respondió vía una grabación en sus redes sociales que las acusaciones no tienen fundamento.
“Por Dios, no se puede decir nada en este país”, acusó durante una entrevista televisiva que compartió en sus redes.
Dodge también acusó a uno de los hijos de Bolsonaro, Eduardo, quien es legislador federal, de amenazar a un periodista.
Los cargos contra Bolsonaro hijo, de 33 años, surgen de la transcripción de un intercambio en un servicio de mensajería en el que calificó a la periodista Patrícia de Oliveira Souza Lélis de “prostituta” y “vagabunda”.
Bolsonaro hijo, de acuerdo con la transcripción, también dijo que le arruinaría la vida a la reportera y “le haría arrepentirse de haber nacido”. El medio local O Globo citó a un representante de Eduardo Bolsonaro que negaba el intercambio.
Tanto Jair como Eduardo Bolsonaro tienen fuero, por lo que solamente pueden ser enjuiciados frente al Supremo Tribunal Federal. Esta corte tiene una amplia lista de casos pendientes para funcionarios electos, lo que vuelve improbable que los temas sean resueltos antes de la elección.
Jair Bolsonaro también enfrenta otro caso por haberle dicho a una legisladora en 2014 que era demasiado fea como para ser violada.
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