Buenos Aires, 23/04/2019.- En el Día Nacional de la Responsabilidad Social, y el vigésimo aniversario del Pacto Global de Naciones Unidas, el maestro de la gerencia social y de la ética para el desarrollo, Bernardo Kliksberg brindó la conferencia Hacia dónde va la Responsabilidad Social en el mundo, en el Consejo de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, frente a un nutrido auditorio.
“Es un mundo complicado, en el que no se sabe si estamos en avance o retroceso”, disparó Bernardo Kliksberg al comenzar su vibrante exposición. Esto es así porque si bien el avance tecnológico es imponente, lo que se vislumbra hacia el futuro es desolador. “Hacia 2100, un pequeño porcentaje de los seres humanos vivirán por encima de los 150 años, habrá una mayor concentración de la riqueza, y una inmensa cantidad de los habitantes en el mundo, según los parámetros actuales, no tendrá ninguna función”, aseguró.
En “una estructura anticipativa de final abierto”; “el mundo, el astro errante” (‘planeta’ en griego antiguo), debe habilitar a “la ética en el manejo del timón”. “De allí que la Responsabilidad Social sólo puede ser pensada en forma compleja”, explica el asesor de organismos internacionales.
El tema se enmarca en tres macro tendencias, advirtió: revolución tecnológica, involución económica y déficit en metas de desarrollo social y humano. “Se aprecia la magnitud del déficit cuando en pleno siglo XXI, cuando se advierte que de los 17 metas de desarrollo sostenible hacia 2030, la primera a eliminar es la pobreza, y la segunda el hambre”, resalta.
La esperanza
Sin embargo, hay motivos para tener esperanza, enfatizó el catedrático ante un nutrido auditorio pendiente de sus razonamientos.
La revolución tecnológica: un sistema de inteligencia artificial que cubre la demanda de miles de pacientes en un hospital en la India; automóviles autodirigidos que disminuirán en un millón las muertes anuales por errores humanos; un prototipo de corazón humano impreso en 3D a partir de tejido humano creado por científicos de Tel Aviv.
Pero surge una agenda no esperada: el gran debate sobre el destino de los choferes, de los estacionamientos, señala Kliksberg.
En 15 años se perdería el 40% de los empleos actuales por la invasión tecnológica. La Renta Básica Universal* será la forma de atender el desempleo masivo?, se pregunta el multilaureado académico.
“La explosión tecnológica mejorará la productividad económica, y la oferta de bienes y servicios, pero plantea al mismo tiempo otros dilemas claves, que requieren respuestas con sentido ético y social. La RSE no es más una opción, es el único camino para construir empresas eficientes y sustentables”.
“El siglo XXI se presenta con interrogantes cada vez mayores […]. A su interior están en marcha profundos cambios: estamos frente a la mayor tasa de innovación tecnológica de la historia del género humano, y la más acelerada”. Además, mencionó que en ese marco se presentan varios desafíos: “Un mundo repleto de tecnologías de lujo está siendo muy lento en reducir la pobreza y la exclusión.”
Otro punto de la agenda no previsto, advierte, es que “la revolución tecnológica sea cooptada rápidamente por grupos mafiosos, como grandes consultoras que inciden en procesos electorales”. “Un pequeño grupo concentra el poder, con lo que los beneficios de la tecnología no pueden llegar al conjunto, en el mundo de la pos verdad. El manejo monopólico diluye los beneficios tecnológicos”, explica.
Volviendo a la descripción de la involución económica como uno de los marcos de análisis, Kliksberg señala apunta al problema del calentamiento global. “Los últimos 19 años son los más calientes de la historia desde 1900, con el anhidrido carbónico rigiendo la atmósfera”. El fenómeno ha hecho que las temperaturas en Chicago lleguen a los 40 grados bajo cero y en el Artico aumente la temperatura. California tuvo la mayor cantidad de incendios de su historia, al punto que produjo la quiebra de la compañia de seguros más importante. Frente a estos hechos, no se puede pretender que no exista involución ecológica y económica, aseguró.
Un informe de la NASA señala que el cambio climático está perjudicando a los pequeños campesinos. Si en 12 años no hay cambios, los daños serán irreversibles, agregó.
El hambre y la malnutrición. Políticas públicas
Si bien la producción de alimento creció en la última década, el crecimiento de la población lo aventajó, y hoy contamos con más de 825 millones de habitantes que padecen hambre, 2000 millones más que hace 15 años. También se refirió al “hambre silenciosa”, de la que padecen aquellos que no tienen los 5 micronutrientes fundamentales en su organismo.
Una reciente investigación arrojó que de los 55 millones que mueren por año, lo hacen por mala alimentación, consumo de comida no saludable y epidemia de obesidad. Una de las metas del desarrollo es justamente la reducción de la ingesta de alimentos y bebidas con azúcares y grasas saturadas.
El déficit de derechos al desarrollo humano sostenible no puede combatirse solamente a través de la vía de la responsabilidad social, señala el especialista, sino que tiene que contar con campañas, políticas públicas, como el aumento de impuestos a las gaseosas operado en México o el presupuesto destinado por Estados Unidos al área.
La Responsabilidad Social Empresaria
En un tramo de su ponencia, Bernardo Kliksberg subrayó el papel que cumple la empresa privada e insistió sobre la importancia que posee su desempeño ético: “En este contexto turbulento, aparece como actor decisivo “la empresa privada, que hoy es el pilar de la economía mundial, y un gran motor de cambio. Es así que el desempeño ético de las empresas está siendo estrechamente observado por los llamados stakeholders como la opinión pública, los empleados, los consumidores, los medios, los fondos de pequeños inversores y otros”.
Ejemplificó con algunas acciones de grandes empresas pertenecientes al Pacto Global. Una Unilever reconvertida, disminuyó su huella de carbono y su margen de rentabilidad. La gran empresa de lácteos mundial Danone, produjo un yogur económico con 6 micronutrientes para niños hambrientos en Bangla Desh. En San Francisco, la comunidad tecnológica aplicó un impuesto por daños, destinado a dar albergue a damnificados por la pérdida de puestos de trabajo. Situaciones que reflejan que la compleja situación actual puede empeorar o mejorar, también por el aporte de la empresa.
La responsabilidad social empresaria y su relación con la cuestión del cambio climático: “Uno de los mayores desafíos de la Responsabilidad Social Empresarial (RSE) es crear valor social o comunitario. Se espera que las empresas ayuden a mejorar problemas sociales claves, apoyándose en sus recursos gerenciales y técnicos. En este sentido, el cambio climático aparece como un problema que exige respuestas por parte de éstas. Por lo que están incluyendo activamente en su agenda el tema de las energías renovables, gestando un vigoroso mercado”.
La irrupción de la mujer
Fue uno de los temas abordados por Kliksberg con total entusiasmo. “La mitad del género humano fue sometido a subutilización. La mujer lucha por la agenda completa”, afirmó.
“La irrupción de la mujer en el siglo XXI puede cambiar cualitativamente el panorama”, asegura.
Otra esperanza es la irrupción de los jóvenes, que “abonan una disconformidad sustancial”, y están “buscando causas” que encaucen su indignación.
Para finalizar, Kliksberg hizo mención al Papa Francisco y sus referencias para definir la responsabilidad social a través de una frase bíblica: “El que no vive para servir, no sirve para vivir”. Leit motiv de una responsabilidad social para mejorar la vida.
La renta básica universal incondicional es un ingreso periódico pagado por el Estado a cada ciudadano perteneciente a esa comunidad como derecho de ciudadanía, sin ninguna condición. Es una política social redistributiva mediante la que las autoridades fiscales buscan garantizar un nivel mínimo de renta para todos los ciudadanos y reducir las desigualdades sociales. A diferencia de otras ayudas sociales, en un sistema de renta básica la percepción de ingresos no está determinada por la situación personal del beneficiario, ya que se considera un derecho de éste por el mero hecho de ser miembro de una comunidad. Funciona actualmente en Alaska. Desde 2018 hasta fin de 2019, se desarrolla una iniciativa, integrada en el proyecto europeo B-Mincome, que cuenta con el apoyo económico de la UE y se aplica a 950 familias de una comunidad de Barcelona.
El Consejo de la Magistratura. Anfitrión de la conferencia
El primer Poder Judicial del mundo en adherir al Pacto Global de Naciones Unidas
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