30 años de impunidad- 18 de Julio de 1994- 18 de Julio de 2024
Nos vuelve estallar en Argentina, AMIA, como una maldición permanente; sin Verdad, sin Justicia, con Memoria y dolor, con el miedo que produce la incertidumbre. ¿Lo que pasó, pasó realmente?
No se sabe cómo, exactamente. Quien, quienes?. Por qué?.
Desde el minuto cero, hubo una mano poderosa, que movió muchas manos y aun hoy las sigue moviendo.
En él durante, han caído máscaras, de “todos” los sectores. La mano que no está en escena sigue actuando. No alcanza con las muertes y el estrago social, la “impunidad” nos refriega en la cara su Poder. Nos dice cada día, hay un poder mayor al de la República, ese Poder dinamita la credibilidad, que debemos tener en las reglas y en quienes las aplican.
Es el principio básico de cualquier contrato social, sin esa premisa quedamos bajo la Ley del más fuerte, sin esa premisa nadie “pondrá limite al Príncipe” como diría Maquiavelo, Rousseu y otros referidos al límite necesario al poder de los gobernantes.
La catástrofe de AMIA, hoy ya deberíamos llamarla así, al no haber explicación humana racional, fehaciente, debemos colegir que es un mal mayor, como lo son las catástrofes naturales, las guerras, los crímenes de Estado.
La historia, sin mayor rigurosidad, nos demuestra que todos quienes han estado cerca de ella, o son participes en la impunidad, o son víctimas de ella, o se inmolan en su nombre. Los meritos y virtudes, se transforman en crueles máscaras de horror y mentira, hasta el esfuerzo sincero sacrificado en pos de la Verdad y la Justicia, divide, enfrenta, genera odios, encuentra culpables en cada rincón, mientras tanto, la Impunidad juega sus cartas.
La causa AMIA, es de todos los Argentinos, en especial de la Comunidad Judía, hacia esa colectividad fue dirigida, hoy vemos que el efecto es continuo, estalla cada día, cada momento, en la ausencia de los Seres Queridos, en las Historias que fueron truncadas, tronchadas por la mano que ¿de antemano contaba con la impunidad suficiente?, para echar esta maldición permanente.
Debería ser una Causa Nacional, contribuyen para que así no sea, la acción perversa, de quienes secuestran emocionalmente la Causa AMIA, y la usan para sus “guerras” internas e importadas.
Los Argentinos, estamos secuestrados, sin opción a ser liberados hasta que se responda: ¿Quién?, ¿por qué?, ¿Cómo?
Las Victimas, se deben contar de una en una, ya que cada Historia es única, como único es el dolor del vacío en sus Seres Queridos y en la Argentina toda, ya Ellos nos faltan a Tod@s.
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