Óscar Alberto Martínez Ramírez y Valeria, padre e hija se fueron juntos de El Salvador con la idea de llegar aEstados Unidos en busca de un mejor futuro. Lo hicieron vivos, tomados de la mano junto a Tania, esposa de Óscar y madre de Valeria. Hoy, seis días después, la única que vuelve con vida es Tania, acompañando dos féretros y volviendo al país del que huyeron.
El domingo 23 de junio, Óscar decidió que no podían esperar más en Matamoros, México, donde permanecían albergados, en medio del hacinamiento, las altas temperaturas y la poca alimentación. Le dijo a Tania y Valeria que cruzarían hacia el otro lado por las aguas del río Bravo, pero la idea fue fatal para Óscar y Valeria, que terminaron arrastrados por una corriente y murieron.
Desde entonces la imagen de los dos salvadoreños ha recorrido todo el mundo, provocando indignación y tristeza. Las portadas de periódicos en todo el mundo, como The New York Times de Estados Unidos y The Independent de Reino Unido, han evocado la tragedia durante toda la semana.
“En un mundo abrumado por el populismo es fácil para los líderes demonizar y deshumanizar a los migrantes, como ha hecho Trump. Víctimas de la guerra, el hambre y la pobreza, víctimas como este padre y su hija que tratan de ingresar a Estados Unidos, no son vistas por lo que son, vidas con igual valor, hasta que es demasiado tarde”, escribió The Independent en su portada de ayer, con la foto de Óscar y Valeria, y en clara crítica a la política migratoria de Donald Trump, presidente de los Estados Unidos.
Los cuerpos de Óscar y Valeria eran esperados ayer, pero durante el día había más dudas que respuestas. La madre de Óscar, Rosa Ramírez, aseguraba que nadie les había comunicado detalles sobre el retorno de sus seres amados. En la embajada de México en El Salvador sostenían que había vuelos atrasados desde aquel país y que eran esperados en horas de la noche. Y las autoridades de Relaciones Exteriores tampoco daban información certera.
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