Carlos Heller
Hablar de lo que pasa con el dólar no es sólo pensar en los valores que alcanza la brecha entre el dólar oficial y el especulativo. Una brecha que está vinculada a los comportamientos de quienes buscan influir en la negociación de la deuda y especular con la coyuntura. Pensar en la temática del dólar es pensar también en los grandes desequilibrios por los que pasó la economía argentina en el período macrista.
Un informe reciente del BCRA aporta datos más que importantes para visualizar comportamientos y dinámicas, que en última instancia hacen a la escasez de dólares y también a los problemas fiscales del país. En “Mercado de cambios, deuda y formación de activos externos, 2015-2019”, el Banco Central comienza señalando: “a finales de 2015 se puso en marcha un profundo cambio de paradigma en el enfoque de la política cambiaria, monetaria y de endeudamiento tendientes a una desregulación de los mercados. Al igual que en anteriores experiencias de extrema liberalización, las medidas resultaron el punto de partida de una grave crisis que afectó a la economía argentina”. La sigue afectando también ahora. Por la vía de la deuda, o también por las consecuencias de tener una economía virtualmente bi-monetaria, algo que es preciso ir revirtiendo.
Uno de los aspectos que queda claro en el informe es que no hubo lluvia de inversiones sino lluvia de especulación, y que en este proceso hubo un reducido número de beneficiarios. Los números son contundentes: hasta el desembarco del FMI, la formación de activos externos de los residentes (fuga de capitales) alcanzó los U$S 41.100 millones y en la etapa de aceleración de la crisis, a partir de mayo de 2018, fue de otros U$S 45.100 millones. Esto último es similar al préstamo que desembolsó el FMI.
Más allá del número global, otra cuestión que sobresale es la notable concentración en unos pocos actores económicos. Según el BCRA, “al diferenciar entre personas humanas y personas jurídicas, se observa que apenas el 1% de las empresas que resultaron compradoras netas, accedió a U$S 41.124 millones en concepto de formación de activos externos. En el caso de personas humanas, tan sólo el 1% de los compradores acumuló U$S 16.200 millones en compras netas durante el período”. En total, el 1% de las empresas y las personas se llevó más de U$S 57.000 millones en el periodo que va desde fines de 2015 hasta 2019.
Para evitar maniobras de evasión fiscal y fuga con empresas vinculadas y transacciones con sujetos de países “no cooperantes” o de “baja o nula tributación”, en estos días la AFIP reforzó los controles informativos sobre ciertas operaciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario