El analista Adam Isacson dijo a PANORAMA que los extremistas monopolizan una parte desproporcionada de la cobertura mediática en EE UU.
Mañana se cumplirá un año de la elección del primer Presidente negro de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama (Honolulú, 1961). Todo un hito considerando la historia de racismo que ha marcado al gigante norteño.
Como ocurrió en la campaña electoral, los ataques de sectores conservadores y ultraderechistas hacia el representante del partido Demócrata han continuado.
El objetivo, según los analistas, es mermar su popularidad en momentos en que intenta una reforma al polémico y criticado sistema sanitario. Sobre este enfrentamiento constante del Mandatario con sus opositores (entre los que se incluye la cadena Fox) habló con PANORAMA, vía telefónica desde Washington, Adam Isacson, director de Programas para América Latina del Centro de Política Internacional.
—¿Existen ataques de la ultraderecha estadounidense contra el Presidente Obama?
—Claro. Hay varias figuras en la extrema derecha quienes se dedican diariamente a atacar a Obama. Lo tildan de socialista en su política doméstica, y débil o entreguista en su política exterior. Entre ellos están algunos presentadores de televisión y radio muy populares como Glenn Beck y Rush Limbaugh. Han organizado protestas, especialmente en contra de las propuestas de Obama de reformar nuestro sistema de salud. También hay una franja extrema —racista, realmente— que insiste en que Obama no tiene certificado de nacimiento y de hecho no nació en Estados Unidos, y entonces no puede ser Presidente legalmente.
—¿Cómo se han manifestado estos ataques o presiones y cómo cree que afectan el desempeño de su gestión?
—Estos ataques no han afectado mucho la gestión de Obama. De hecho, la Casa Blanca se ha aprovechado de los extremistas —a quienes no critican los Republicanos— para tildar a todos sus opositores republicanos como extremistas y “fuera del debate”. Pero el daño que hacen los extremistas es monopolizar una parte desproporcionada de la cobertura mediática.
—¿Cómo se ha comportado el gobernante estadounidense ante las presiones que estaría recibiendo a raíz de sus anuncios de paz y reconciliació n internacional?
—Hasta el momento se ha comportado aceptablemente, aunque todavía no queda claro cómo será de verdad su política exterior. Esta pregunta será más fácil que contestar una vez que Obama tome una decisión sobre la propuesta de enviar 40 mil militares más a Afganistán.
—¿Cree que continuarán estos ataques? ¿Por qué?
—Claro que van a continuar estos ataques. En todos los ocho años del ex Presidente Bill Clinton había una campaña constante. Ésta es su metodología, funciona para ganar atención en los medios y funciona para organizar la base más dura del partido Republicano.
—Podría enumerar en orden de importancia, ¿Cuáles son a su juicio los logros y retos de la gestión del Presidente de EE UU, en especial hacia América Latina?
—Logros han sido pocos, de hecho Obama todavía no tiene su equipo diplomático en puestos clave para América Latina. Tal vez lo mejor ha sido mejorar el ambiente de diálogo e intercambio con los gobiernos de la región y resistir las presiones para un reconocimiento del golpe en Honduras. Pero a la misma vez hay todo el episodio muy mal manejado de las bases en Colombia.
02.11.09
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