El atacante de la escuela en Parkland, Nikolas Cruz, parece que está esperando una herencia considerable. Nunca la va a poder gastar, aunque tal vez lo tenga que hacer en abogados defensores.
La cantidad podría ser suficiente para que un juez lo obligue a contratar un abogado privado en lugar de uno de la Oficina del Defensor Público del Condado Broward, financiada por los contribuyentes.
La Oficina del Defensor Público, que representa a Cruz por el momento, le pidió a un juez el martes por la noche que ayudara a determinar exactamente cuánto dinero estará a disposición de Cruz. Su madre murió en noviembre. Cruz le dijo a la familia con la que vivía que tenía un fondo fiduciario de $800,000, la mayoría del cual recibiría dentro de dos años.
La abogada pública asistente, Diane Cuddihy, en la presentación ante el tribunal, le pidió al juez que “determine si el acusado no tiene recursos”.
Cruz está en la cárcel después de que la policía dijera que entró a la escuela secundaria Marjory Stoneman Douglas el día de San Valentín, mató a tiros a 17 personas e hirió a otras 15. La carnicería, otro tiroteo masivo en suelo estadounidense, sacudió al mundo y dio lugar a continuos llamados políticamente polémicos sobre el control de armas.
Los agentes detuvieron al adolescente poco después del tiroteo, ya que se había mezclado con los aterrorizados estudiantes que huían de la escuela en Parkland. Como es la rutina, Cruz llenó el papeleo diciendo que era demasiado pobre para poder pagarle a un abogado, y la Oficina del Defensor Público de Broward fue designada para representarlo en una primera audiencia estándar.
Desde entonces, la Oficina del Defensor Público ha alzado su voz de una forma inusual, calificando a Cruz como un “chico con problemas”, admitiendo su culpabilidad y ofreciendo que se declararía culpable si los fiscales acordaban renunciar a la pena de muerte.
Pero desde entonces, se ha determinado que Cruz puede estar esperando dinero de las herencias de sus padres muertos. Si Cruz tiene acceso al dinero, la jueza del Circuito de Broward, Elizabeth Scherer, probablemente le exigiría que contrate a su propio abogado, y la Oficina del Defensor Público quedaría fuera del caso, que podría ser uno de los más costosos en la historia de Broward.
La ley de la Florida también permite que el Defensor Público cobre después de que el caso haya terminado. “Los contribuyentes aún están protegidos si él recibe dinero más tarde. A los defensores públicos se les reembolsaría el costo de sus servicios”, dijo el juez retirado del circuito de Miami-Dade, Scott Silverman, que no está involucrado en el caso.
Cruz, de 19 años, y su hermano menor fueron adoptados cuando eran muy jóvenes por Lynda y Roger Cruz, quienes vivían en Nueva York.
Roger Cruz, que trabajaba en publicidad y ventas, murió en agosto del 2004 de insuficiencia cardíaca a los 67 años. Al año siguiente, Lynda Cruz valoró su herencia por más de $1 millón, según los registros de testamentos.
Más tarde presentó una demanda por negligencia médica contra un médico y una clínica por su tratamiento antes de morir. Lynda Cruz llegó a un acuerdo en el 2008. Como parte de la demanda, se eligió un abogado designado por la corte para evaluar lo que Nikolas y Zachary deberían obtener, quien recomendó que los niños recibieran toda la suma del acuerdo de $175,000, que se mantendría como una anualidad hasta que fueran adultos.
El abogado, William Ruggiero, de Miami, no recordaba exactamente lo que había en la recomendación de hace una década.
“Debo haber tenido un mal presentimiento sobre la mamá”, dijo Ruggiero. “Recomendé que ella no recibiera nada. Nunca he hecho eso antes”.
Lynda Cruz vendió la casa de Parkland, en el 6166 NW 80 Terrace por $575,000 en enero del 2017, según los registros de propiedad del condado Broward. Ella murió en noviembre de una enfermedad respiratoria, y dejó a Cruz y su hermano sin un lugar para vivir.
Después de que su madre murió, Cruz se mudó con la familia Snead, de Pompano Beach, y les dijo que tenía una herencia de $800,000, la mayor parte de la cual dijo que recibiría cuando cumpliera los 22 años.
“El chico no necesitó dinero en ningún momento”, dijo Jim Lewis, el abogado que representa a los Sneads. “Todo el mundo lo sabe. La pregunta es si está disponible ahora”.
Un día después del tiroteo, la mujer del condado Palm Beach que recibió al hermano de Cruz solicitó a un tribunal que se le nombrara como representante personal de la herencia de Lynda Cruz. La solicitud aún está pendiente.
El reportero del Miami Herald Jay Weaver contribuyó con esta historia.
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