Estados Unidos encabezó el lunes un grupo formado por algunos de los países más influyentes del hemisferio que solicitaron la suspensión de Venezuela de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en la 48va asamblea del organismo multilateral realizada esta semana en Washington.
La solicitud va a acompañada de una resolución que declara ilegítima la reelección del gobernante venezolano Nicolás Maduro en unos comicios condenados por la mayor parte de la comunidad internacional como una farsa electoral.
Los países miembros tienen previsto votar el martes sobre la resolución, que es vista como el primer paso de una serie de acciones que culminaría con la suspensión de Venezuela de la organización.
Durante la jornada del lunes, la crisis venezolana acaparó la atención de la mayoría de los cancilleres presentes, muchos de los cuales aseguraron que llegó la hora de que la OEA respalde con acciones el repudio que ha manifestando sobre el desmantelamiento de la democracia venezolana.
Se ha vuelto necesario “suspender a Venezuela de esta organización”, dijo el secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, tras esbozar una larga lista de acciones emprendidas por el régimen de Maduro para desmantelar la democracia, que culminó con lo que se ha calificado de la farsa electoral del 20 de mayo..
“Esa suspensión no es un objetivo en sí mismo, pero mostraría que la OEA respalda sus palabras con acciones. Y enviaría un poderoso mensaje al régimen de Maduro: sólo elecciones verdaderas permitirían que su gobierno fuese incluido en la familia de naciones”, agregó Pompeo.
La propuesta de reactivar los mecanismos de suspensión es respaldada por Estados Unidos, Argentina, Brasil, Canadá, Chile, México y Perú.
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