17 julio, 2018

ared Kushner y el «derecho a la felicidad» de los palestinos por Thierry Meyssan

http://www.voltairenet.org/article201671.html

Fue un error considerar que el proyecto estadounidense para el Medio Oriente era un plan de paz para Palestina. No es ese el objetivo de Donald Trump, digan lo que digan los comunicadores de la Casa Blanca. El presidente Trump aborda esa cuestión desde una perspectiva radicalmente diferente a la de sus predecesores. No trata, como haría un emperador, de “hacer justicia” entre sus vasallos sino de desbloquear la situación para mejorar la vida cotidiana de las poblaciones.
El equipo personal de Donald Trump para las negociaciones internacionales –equipo que se compone de sus fieles colaboradores Jared Kushner (su yerno) y Jason Greenblatt (el ex vicepresidente de la Trump Organization)– aborda la cuestión palestina desde su ángulo geopolítico. Carentes de toda experiencia diplomática, Kushner y Greenblatt no tratan de hallar una solución capaz de satisfacer a todos los protagonistas sino hacer disminuir la presión sobre esta población para que pueda vivir normalmente, según el ideal del derecho a la felicidad inscrito en la Constitución de Estados Unidos. Se trata de un objetivo importante para un Donald Trump que pretende disolver el imperialismo estadounidense y reemplazarlo por una lógica de competencia comercial.
Por supuesto, para Kushner y Greenblatt, dos judíos ortodoxos, es más fácil comprender a los israelíes que a los árabes. Pero, visto desde la perspectiva que han adoptado, eso no tiene gran importancia. Independientemente de lo que digan, ellos no se plantean como objetivo llegar a la paz sino sólo desbloquear la situación. Y utilizan el hecho de ser ellos mismos judíos como una carta de triunfo porque su propio judaísmo los conmina a no insistir en la cuestión de las responsabilidades, tema que se plantearía si ellos trataran de instaurar una paz justa y definitiva.

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