30 julio, 2018

Redes transnacionales de periodismo investigan el mayor escándalo de corrupción en Brasil


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Kalinka Iaquinto

El periodismo colaborativo fue lo más destacado del panel "De Brasil al mundo: la cobertura transnacional del Lava Jato", que fue parte del XIII Congreso Internacional de la Asociación Brasileña de Periodismo de Investigación (Abraji), el 29 y 30 de junio en San Pablo.
Durante el panel, moderado por el becario John S. Knight Guilherme Amado, los panelistas Romina Mella, de IDL-Reporteros; Joseph Poliszuk, de Armando.info; Milagros Salazar, de Convoca, y Flávio Ferreira, de Folha de S. Paulo, ofrecieron perspectivas sobre la investigación del Lava Jato en Brasil, que posiblemente sea uno de los mayores escándalos de corrupción de la historia.
Para revelar el esquema de corrupción y lavado de dinero que involucró a empresarios y políticos, no solo en Brasil sino en todo el mundo, periodistas de América Latina, Estados Unidos y África se unieron para lanzar dos consorcios internacionales: Investiga Lava Jato y Lava Jato en Latinoamérica.
"Sabemos que la corrupción es transnacional, por eso el periodismo también debería serlo", dijo Mella, una de los coordinadoras de Lava Jato en Latinoamérica. "Decidimos crear una red horizontal y colaborativa de periodistas -no de medios de comunicación- para investigar".
Salazar, responsable del proyecto Investiga Lava Jato en Perú, argumentó que los consorcios son una forma de informar al público sobre los grandes problemas que están ocurriendo tanto en sus países como en la región, y que tienen un impacto directo en sus vidas cotidianas.
"Es más fácil para los periodistas independientes que para los grandes medios porque estos suelen tener intereses comunes con aquellos sobre los que tienen que informar", dijo Salazar.
Colaborar es también una forma de arrojar luz sobre lo que alguna vez no se cubrió.
"En el caso de Lava Jato, por ejemplo, durante el análisis de los documentos notamos el nombre de una persona de otro país. “¿Cómo podemos embarcarnos en esta historia si no conocemos a nadie en ese lugar? ¿Cuántas historias se pierden porque no conocemos a nadie que pueda centrarse más atentamente en el tema?”, se preguntó Ferreira, coordinador del consorcio Investiga Lava Jato en Brasil.
La cantidad de información involucrada en este tipo de historias es otro factor que justifica un modelo colaborativo. La sociedad demanda una mayor transparencia de parte de organismos y entidades, lo que resulta en una mayor cantidad de datos que deben ser procesados.
Muchos periodistas, especialmente aquellos que se especializan en investigaciones de big data, entienden que una sola persona no puede abordar todo el análisis por sí sola. La investigación de los Panama Papers, por ejemplo, dirigida por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ, por su sigla en inglés), reunió a cientos de periodistas de diversos medios y países.

Construyendo confianza

Debido a que los grandes volúmenes de datos contienen mucha información, es importante que los proyectos estén bien coordinados y organizados, y que haya una buena comunicación entre los miembros del equipo. Además, todos los países deben acordar cómo se publicarán las noticias dependiendo del país y el tipo de publicación.
"Tenemos un acuerdo sobre cuándo vamos a publicar la información", dijo Salazar. "Debemos comprender el contexto de cada país para establecer una metodología de trabajo y publicación".
Ferreira estuvo de acuerdo con Salazar: "Un colega de medios impresos podría tener menos espacio que el periodista digital, y eso tendrá un impacto cuando la información se publique conjuntamente".
En este escenario, la confianza es fundamental para construir un consorcio exitoso.
"Es muy importante que los profesionales se conozcan en persona para establecer vínculos. Eso impulsa el trabajo en equipo", dijo Carla Miranda, periodista de O Estado de São Paulo, autora de la tesis doctoral "Colaboración en periodismo: del Proyecto de Arizona a los Papeles de Panamá", y participante de la conferencia.
Construir confianza permite que el equipo conozca las fortalezas de cada miembro del equipo. También les da la oportunidad de aprender acerca de las similitudes y diferencias en la cobertura, la legislación y otros aspectos de cada país.
"En Brasil, el sistema judicial funciona relativamente rápido en comparación con otros lugares", dijo Mella. "Aunque algunos países como Perú, Argentina, Panamá y Ecuador han iniciado una serie de demandas, en países como Venezuela existe una impunidad judicial absoluta”.

Una cuestión de seguridad

El impacto de las alianzas periodísticas va más allá de la cobertura mediática. Los países en los que la democracia no está bien consolidada o es inexistente se benefician del periodismo colaborativo.
"Estas investigaciones nos protegen públicamente", dijo Poliszuk, miembro de Lava Jato en Latinoamérica.
"Las actividades colaborativas son importantes para proteger la integridad de los profesionales en países como México y Brasil, donde los ataques contra la prensa son comunes", dijo Miranda. Brasil tiene uno de los índices más altos de crímenes contra profesionales de los medios, ocupando el octavo lugar en el Índice Mundial de Impunidad del Comité para la Protección de los Periodistas, y el puesto 102 en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2018, publicado por Reporteros sin Fronteras.
"Este tipo de trabajo permite que, si los periodistas son perseguidos en un país, sus colegas puedan darle visibilidad a la situación en otro país", explicó Miranda.
Kalinka Iaquinto es reportera y coordinadora de comunicaciones para la agencia de noticias independiente Eder Content.
Imagen de la presentación de Romina Mella (IDL-Reporteros), cortesía de Kalinka Iaquinto.

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