A pocas horas del primer acto eleccionario, que rompe con la cultura de la discrecional manía, de elegir a dedo a los candidatos. Un avance en la calidad democrática que nos pone a la cabeza de los países de la región, este logro es una nueva realidad que se institucionaliza en la Argentina.
No fueron paracaidistas húngaros los que lo han hecho realidad, ha sido esté gobierno que lleva ocho años en el ejercicio del Poder el que la ha impulsado. Si los que peinamos canas, no reconocemos en este acto el rompimiento cultural con la vieja política, un avance, es que estamos imbuidos en la subjetividad de la oposición irracional.
Faltan pocas horas para que debutemos, vamos a hacerlo con la alegría y la militancia de ejercer un derecho conseguido luego de las largas noches de las dictaduras.
Los más jóvenes, acuden con naturalidad al acto de votar, lejos quedaron los tiempos en que las elecciones dependían del humor de los dictadores de turno, otra ARGENTINA ha nacido, cuidemos de ella y mimosla siendo ciudadanos de pleno derecho.
Los agoreros del odio, de la constante insidia, nostálgicos del pasado que ya no volverá, esconden en sus entrañas el odio profundo a la DEMOCRACIA, no olvidemos quien es quien.
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