Montevideo, 4 feb (PL) el tema de los desaparecidos durante la pasada dictadura en Uruguay vuelve hoy aquí a la palestra pública con un cruce de posiciones entre un observador de derechos humanos y una alta jerarquía militar.
El director ejecutivo del Observatorio Luz Ibarburu, Raúl Olivera, cuestionó que se considere como 'una moneda de cambio' aportar información sobre el destino de esas víctimas sin cumplir con las obligaciones de una sociedad democrática.
Así reaccionó ante la declaración el viernes del novel jefe de Estado Mayor de la Defensa (ESMADE), general Alfredo Erramún de que está dispuesto a buscar una solución 'sensata y equilibrada', en referencia a una reiterada denuncia de silencio en las filas castrenses.
'Creo que tenemos que recurrir a los que saben y hablar con ellos', expresó el militar, y en tal sentido remarcó que se deben brindar 'garantías a quienes puedan tener información valiosa'.
Fue sobre esta última condición planteada que Olivera, señaló que 'de la verdad sobre los crímenes del terrorismo de Estado ya hubo una reflexión a nivel internacional y de la humanidad que tiene que ver con el pronunciamiento del magistrado Louis Joinet, defensor de los derechos humanos y la libertad de los uruguayos durante la dictadura'.
Recordó que cuando el Estado comenzó a investigar, a partir de las Justicia, de las denuncias de las víctimas y de la documentación, la información apareció como una 'moneda de cambio' y en ese sentido es 'inaceptable para una sociedad que quiera saldar el tema en forma adecuada'.
Olivera también discrepó con la salida por Sudáfrica de un tema similar, propugnada por Erramún como un camino a seguir, aduciendo que allí se dejó de penar a responsables de crímenes de lesa humanidad a cambio de información sobre el destino de las víctimas.
Erramun, general de cuatro estrellas asumió el cargo en una ceremonia a la que asistió el presidente Tabaré Vázquez, el ministro de defensa Jorge Méndez el Intendente de Montevideo Daniel Martínez.
Consultado por la prensa presente sobre los desaparecidos sentenció que 'si alguien sabe y no habla, debería hablar, y sería a bueno tener estos testimonios'
Dijo que cuando sucedieron los hechos era un niño y que 'hoy tenemos ingresando a la Escuela Militar chiquilines que nacieron en el siglo XXI, y tratar de buscarle una solución que dé paz, tranquilidad, y reconforte a todos los que están muy dolidos', pero 'controlando las emociones'.
Al contrario de lo que denuncian las asociaciones de familiares de desaparecidos, que aquejan el limitado número de responsables militares juzgados, sostuvo que no le consta la existencia de un pacto de silencio, aunque reconociendo que dentro de las Fuerzas Armadas 'no tenemos más archivos para sacar elementos'.
Uno de esos contados casos corresponde el del coronel retirado José Pugvert condenado la última semana a 22 años de prisión como coautor de un delito de homicidio muy especialmente agravado en la persona de Aldo Perririni, detenido en febrero de 1974, torturado y asesinado en un cuartel militar.
Así reaccionó ante la declaración el viernes del novel jefe de Estado Mayor de la Defensa (ESMADE), general Alfredo Erramún de que está dispuesto a buscar una solución 'sensata y equilibrada', en referencia a una reiterada denuncia de silencio en las filas castrenses.
'Creo que tenemos que recurrir a los que saben y hablar con ellos', expresó el militar, y en tal sentido remarcó que se deben brindar 'garantías a quienes puedan tener información valiosa'.
Fue sobre esta última condición planteada que Olivera, señaló que 'de la verdad sobre los crímenes del terrorismo de Estado ya hubo una reflexión a nivel internacional y de la humanidad que tiene que ver con el pronunciamiento del magistrado Louis Joinet, defensor de los derechos humanos y la libertad de los uruguayos durante la dictadura'.
Recordó que cuando el Estado comenzó a investigar, a partir de las Justicia, de las denuncias de las víctimas y de la documentación, la información apareció como una 'moneda de cambio' y en ese sentido es 'inaceptable para una sociedad que quiera saldar el tema en forma adecuada'.
Olivera también discrepó con la salida por Sudáfrica de un tema similar, propugnada por Erramún como un camino a seguir, aduciendo que allí se dejó de penar a responsables de crímenes de lesa humanidad a cambio de información sobre el destino de las víctimas.
Erramun, general de cuatro estrellas asumió el cargo en una ceremonia a la que asistió el presidente Tabaré Vázquez, el ministro de defensa Jorge Méndez el Intendente de Montevideo Daniel Martínez.
Consultado por la prensa presente sobre los desaparecidos sentenció que 'si alguien sabe y no habla, debería hablar, y sería a bueno tener estos testimonios'
Dijo que cuando sucedieron los hechos era un niño y que 'hoy tenemos ingresando a la Escuela Militar chiquilines que nacieron en el siglo XXI, y tratar de buscarle una solución que dé paz, tranquilidad, y reconforte a todos los que están muy dolidos', pero 'controlando las emociones'.
Al contrario de lo que denuncian las asociaciones de familiares de desaparecidos, que aquejan el limitado número de responsables militares juzgados, sostuvo que no le consta la existencia de un pacto de silencio, aunque reconociendo que dentro de las Fuerzas Armadas 'no tenemos más archivos para sacar elementos'.
Uno de esos contados casos corresponde el del coronel retirado José Pugvert condenado la última semana a 22 años de prisión como coautor de un delito de homicidio muy especialmente agravado en la persona de Aldo Perririni, detenido en febrero de 1974, torturado y asesinado en un cuartel militar.
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