¿POR QUÉ GOLDA MEIR TENÍA RAZÓN?
Hurriyet Daily News
Burak Bekdil
Pasaron más de dos años y medio desde que el Primer Ministro de Turquía, Tayyip Erdogan, lanzara hacia el Presidente de Israel, Shimon Peres: “Ustedes (los judíos) saben bien cómo matar”. Erdogan declaró, en más de una oportunidad, que el principal obstáculo para la paz en ésta parte del mundo es Israel y, una vez, incluso llamó al Estado judío: “grano de pus en Medio Oriente que derrama odio y rencor”. En este mes sagrado del Ramadán, cargado de la sangre de terroristas musulmanes, intentaremos aclarar quienes son los que saben bien cómo matar.
En el momento en que el recuento de muertos en Siria se acerca a loa 2000 personas, el número de asesinados kurdos-turcos no cesa (más de 40 mil desde 1984) y ambos suman a la carrera sangrienta denominada Medio Oriente. Solo durante el actual Mes de Ramadán, el precio sangriento del partido de los trabajadores de Kurdistán (PKK), llegó a 50 asesinados (en la guerra entre kurdos musulmanes y turcos musulmanes). Esa cuenta, no incluye a las víctimas de PKK en Turquía y norte de Irak, a partir de la venganza del ejército de Turquía, dado que, en raras oportunidades, informan con exactitud.
Hablemos entonces de las evidencias:
Sudán, no es parte del Medio Oriente convencional. Nos abstenemos del genocidio que ocurre allí. Nos abstenemos de los actos de masacre que tienen lugar en el este de Pakistán (Bangladesh) y se sintetizan en 1.25 millones de muertos (1971), o 200 mil muertos en la guerra entre islamistas y el gobierno de Baljit (1991 y 2006). Pero, una simple revisión del Medio Oriente se resume en un millón de víctimas en la guerra de Irán-Irak (musulmanes en su totalidad); 300 mil miembros de la minoría musulmana fueron asesinados a manos de Saddam Hussein. 80 mil iraníes muertos durante la Revolución Islámica. 25 mil muertos entre 1970-1971. Los días del Septiembre Negro, a manos del gobierno jordano en su guerra contra los palestinos y 20 mil islámicos muertos en 1982 por parte de Al Asad padre en Hamat. Las estimaciones de la Organización de la Salud Mundial sobre la cantidad de muertos en Irak a manos de Bin Laden se ubicaron, hace unos años, en más de 150 mil.
En un estudio de 2007, Gunnar Heinsohn, de la Universidad de Bremen y Daniel Pipes, Director del Foro de Medio Oriente, revelaron que, desde 1948, alrededor de 11 millones de musulmanes murieron por efecto de la violencia, de los cuales 35 mil (0,3%) acabaron sus vidas durante los seis años de guerra árabe contra Israel, es decir, uno de cada 315 muertos. En contrario, más del 90% de los muertos fueron asesinados por otros musulmanes.
Conflictos a lo largo del mundo desde 1950: De ellos, el número de muertos musulmanes-árabes en el conflicto árabe-israelí llegó a 46 mil. Ese cálculo incluye 11 mil muertos en la Guerra de Independencia de Israel. Esa cifra representa un 0,05% del total de muertos en todos los conflictos y 0,4% de todos los muertos árabes del conflicto árabe-israelí. Según Heinsohn y Pipes, el aterrador listado de hallazgos señala un número integral de 85 millones de muertos.
En otro cálculo, el que se abstiene de los “pequeños” actos de barbarie como el ocurrido en Siria y otros muertos durante la Primavera Árabe, solo Irak de Sadam, Jordania, Siria de Al Asad padre, la guerra Irán-Irak, la campaña de Bin Laden en Irak, la Revolución iraní islámica y el conflicto kurdo-turco, provocaron 1,65 millones de muertos musulmanes en manos de otros musulmanes en comparación a menos de 50 mil muertos en el conflicto árabe-israelí desde 1950, mientras esa cifra incluye a los muertos durante y tras la operación Plomo Fundido, ocurrido después del estudio de Heinsohn-Pipes. Para quien carezca de una calculadora a mano, permítanme decir: 50 mil representan el 3% de 1,65 millón.
Golda Meir, la cuarta Primer Ministro de Israel, sostenía una posición realista al decir que la paz en Medio Oriente será posible solo “cuando los árabes amen a sus niños más de los que ellos nos odian a nosotros”.
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